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-Editorial
El segundo juicio político del ex presidente Donald Trump comenzó el martes con una compilación de 13 minutos en video del ataque del 6 de enero al Capitolio de Estados Unidos.
El Senado votó 56-44 para continuar, y seis republicanos se unieron a los demócratas que apoyaron seguir adelante con el juicio.
El representante Jamie Raskin, demócrata por Maryland, abrió el juicio con el video, que presenta imágenes meticulosamente editadas de Trump hablando en la manifestación ese día intercaladas con miembros de la multitud cada vez más violentos, amenazando profanamente a las fuerzas de seguridad que intentan proteger el Capitolio y rompiendo puertas. Mostró, brevemente, la muerte a tiros de Ashli Babbitt. Mostró un fragmento del video de Trump que afirmaba falsamente que la elección fue robada incluso cuando los ataques se desataron.
Muchos de los alborotadores incluidos en el video invocaron a Trump. Algunos ondeaban banderas de Trump. Algunos usaban sombreros MAGA.
Los demócratas dispondrán de hasta 16 horas repartidas en los próximos dos días para presentar su caso en el Senado para condenar al expresidente.
Seis senadores republicanos votaron con los demócratas sobre la cuestión de si el juicio político contra Trump era constitucional. Fue la segunda vez que se realizó una votación de este tipo después de que el senador Rand Paul, un republicano de Kentucky, forzó una votación sobre la misma cuestión el mes pasado. Cassidy emergió hoy como el único republicano en cambiar su voto después de la votación inicial sobre constitucionalidad.
Según CNN. El expresidente Donald Trump estaba descontento con el argumento de apertura de su abogado de acusación Bruce Castor en el Senado.
Castor, quien representa a Trump junto con el abogado David Schoen, entregó un argumento serpenteante durante el primer día del juicio político en el Senado, incluyendo elogios a los gerentes de juicio político de la Cámara por una presentación que dijo que estaba “bien hecha”.
Trump casi estaba gritando mientras Castor luchaba por llegar al corazón del argumento de su equipo de defensa, que se supone que es sobre la constitucionalidad de celebrar un juicio para un presidente que ya no está en el cargo.
