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-Editorial
La Subsecretaria de Aviación y Asuntos Internacionales del Departamento de Transporte de los EE. UU., Annie Petsonk, se unió a la Secretaria de Energía de los EE. UU., Jennifer M. Granholm, para publicar la hoja de ruta del Gran Desafío del Combustible de Aviación Sostenible (SAF). El plan integral describe la estrategia de todo el gobierno para escalar la producción sostenible de combustible de aviación en los EE. UU.
La hoja de ruta describe acciones que impulsarán la innovación tecnológica para producir SAF, reducir las emisiones, permitir que Estados Unidos cumpla sus objetivos climáticos nacionales y posicionar al país como líder mundial en el mercado emergente de SAF.
“El transporte contribuye con más emisiones de carbono que cualquier otro sector, lo que significa que también debe ser una parte central de la solución al cambio climático, y eso ciertamente incluye la aviación”, dijo el Secretario de Transporte de EE. UU., Pete Buttigieg. “Esperamos trabajar con nuestros socios en los sectores público y privado en el Gran Desafío de Combustible de Aviación Sostenible, que conducirá a cielos más limpios, crecimiento económico continuo y empleos bien remunerados”.
La hoja de ruta del Gran Desafío SAF alinea las acciones del gobierno y la industria para lograr los objetivos del Gran Desafío SAF, que fue firmado en 2021 por las agencias asociadas y consta de tres objetivos principales:
* Lograr una reducción mínima del 50% en las emisiones de GEI del ciclo de vida en comparación con el combustible convencional.
* Producir tres mil millones de galones de SAF por año para 2030
* Suministrar suficiente SAF para satisfacer el 100% de la demanda de combustible de aviación para 2050.
El Gran Desafío de Combustible de Aviación Sostenible es el resultado del trabajo conjunto del Departamento de Energía de EE. UU. (DOE), el Departamento de Transporte de EE. UU. (DOT), el Departamento de Agricultura de EE. UU. (USDA) y otras agencias del gobierno federal para desarrollar una estrategia integral para ampliar las nuevas tecnologías para producir combustibles de aviación sostenibles (SAF) a escala comercial.
La Oficina de Tecnologías de Bioenergía del Departamento de Energía de EE. UU. (BETO, por sus siglas en inglés) empodera a las empresas de energía y a las partes interesadas en la aviación al respaldar los avances en investigación, desarrollo y demostración para superar las barreras para el despliegue generalizado de combustible de aviación sostenible (SAF) bajo en carbono.
Los SAF hechos de biomasa renovable y recursos de desecho tienen el potencial de ofrecer el rendimiento del combustible para aviones a base de petróleo pero con una fracción de su huella de carbono, lo que brinda a las aerolíneas una base sólida para desvincular las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) del vuelo.
El Departamento de Energía de EE. UU. está trabajando con el Departamento de Transporte de EE. UU., el Departamento de Agricultura de EE. UU. y otras agencias del gobierno federal para desarrollar una estrategia integral para ampliar nuevas tecnologías para producir SAF a escala comercial.
La Vicepresidenta Ejecutiva de Asuntos Públicos y Políticas de la Asociación de Viajes de EE. UU., Tori Emerson Barnes, emitió la siguiente declaración sobre el plan del Departamento de Energía de EE. UU. para aumentar la producción de combustibles de aviación sostenibles (SAF):
“Invertir y expandir la producción de combustible de aviación sostenible (SAF) es fundamental para el crecimiento futuro de los viajes. No deberíamos estar en una posición en la que tengamos que elegir entre ver las cosas asombrosas que este país y nuestro mundo tienen para ofrecer y salvar el planeta; ambas cosas son posibles. Los líderes de la industria de viajes, trabajando con funcionarios gubernamentales, pueden ayudar a acelerar las opciones de viaje centradas en la sostenibilidad y apoyamos este esfuerzo para hacer realidad la disponibilidad de combustibles de aviación sostenibles”.
Actualmente, la aviación comercial de EE. UU. consume aproximadamente el 10 por ciento de toda la energía del transporte y contribuye significativamente a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) nacionales. SAF tiene el potencial de ofrecer el rendimiento del combustible para aviones a base de petróleo, pero con una fracción de su huella de carbono: las rutas SAF emergentes incluso tienen una huella de GEI neta negativa. SAF se puede hacer a partir de biomasa renovable y otros recursos, incluidos cultivos de semillas oleaginosas de invierno, residuos agrícolas y forestales y flujos de desechos sólidos municipales.
Se puede recolectar suficiente biomasa de manera sostenible cada año en los Estados Unidos para producir entre 50 y 60 mil millones de galones de combustibles bajos en carbono. El cultivo, el abastecimiento y la producción de SAF a partir de recursos renovables y de desecho también pueden crear nuevas oportunidades económicas en las comunidades agrícolas y rurales, mejorar el medio ambiente e incluso aumentar el rendimiento de las aeronaves.
