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Por: Verónica Henderson, Abogada, Representante de los Menores en el Condado de Imperial California
Todos los días, en ambos lados de la frontera, los tribunales de derecho familiar/relaciones domésticas están llenos de litigantes que gestionan divorcios o modificaciones de órdenes de custodia relacionadas con los niños. Estos casos son a menudo marcados por hostilidad y ansiedad, especialmente teniendo en cuenta los altos intereses implicados – la relación con los hijos, una vez que la familia ya no está intacta. Los abogados o las partes auto-representandose a menudo argumentan ante el juez con gran celo y pasión, con la esperanza de convencer al juez de que sus hijos estarán mejor con uno de los dos, en oposición al otro. La parte ausente en el presente procedimiento es el niño, el objeto de tanto discurso ante la corte. ¿Quién habla por ellos?
El defensor de un menor es un abogado que ha recibido una formación especializada para representar a los niños en los tribunales de derecho familiar. En California, un abogado debe recibir 12 horas de entrenamiento para ser un abogado de menores antes de representar a los menores, y debe recibir 8 horas de formación continua cada año a partir de entonces. Un juez nombrará a un abogado para representar los intereses de los niños si el tribunal determina que sería en el mejor interés del niño menor de edad hacerlo, en un procedimiento de custodia o de visita. El juez puede nombrar a un abogado para el niño como a él le parezca, o bien a petición de uno o ambos padres. Los honorarios del abogado para ser representante del menor estarán a cargo de uno o de ambos padres.
El abogado designado para representar a un niño se reunirá con el niño en numerosas ocasiones, al igual que cualquier abogado se reunirá con su cliente. Puesto que el cliente es un niño, por tal motivo, el abogado debe saber y entender cómo entrevistar a los menores. Tal conocimiento y técnicas se pueden aprender a través de la formación a la que el abogado de menores debe asistir cada año. El representante legal de los menores también puede optar por entrevistar a los maestros del niño, amigos, miembros de la comunidad, terapeutas, profesionales de la medicina, y cualquier otra persona que pueda ayudar al abogado en la toma de determinaciones en cuanto a lo que es del mejor interés del menor. El abogado puede hacer todas las investigaciones que considere necesarias para esclarecer los hechos relativos al procedimiento de custodia o visitas. El abogado informará al juez cuando se le pida hacerlo en relación al mejor interés del niño. Esto puede incluir determinaciones relativas a quién debe ser el custodio principal del niño, y si deben o no aumentarse las visitas con los padres sin custodia, como ejemplos.
Los beneficios de tener a un abogado para los menores son numerosos. A diferencia de los abogados de los padres, el apoderado de los niños asegura que los intereses superiores de los niños estén protegidos. Los padres y sus abogados a menudo están tan enfocados en hacer valer sus propios derechos que rara vez se puede evaluar objetivamente lo que es mejor para sus hijos. Sin embargo, el abogado del menor puede y debe hacerlo. Desafortunadamente, los niños son tratados como objetos de propiedad en muchos casos de derecho familiar, y el abogado de los menores está a cargo de recordarle al tribunal que se trata de seres humanos reales que a menudo están pasando por una situación muy estresante – la desintegración de la familia. Aunque el abogado no debe actuar como un trabajador social o terapeuta, la comprensión de los procesos psicológicos por los que los niños a menudo pasan después de la desintegración de la familia es de vital importancia.
La determinación de lo que es en el mejor interés de los niños no siempre puede corresponder a lo que los niños expresan que les gustaría ver que suceda. Por ejemplo, un niño puede decir que él quiere vivir principalmente con su padre, pero el abogado del niño puede determinar que el niño estaría mejor viviendo con la madre. Esta es una situación difícil y delicada para el abogado. Típicamente, un abogado expresará lo que el cliente quiere que se exprese ante el juzgado. Sin embargo, en los casos de derecho de familiar, el objetivo es siempre el mejor interés de los niños. Por lo tanto, el abogado del menor debe abogar siempre por lo que es en el mejor interés del niño. El abogado puede indicar al tribunal lo que quiere el niño, pero en última instancia, debe argumentar que el tribunal debe dictar órdenes que son en el mejor interés del niño.
Tener un abogado del menor puede ayudar a las partes a encontrar una solución en lugar de tener que entablar un juicio largo en el tribunal. Una vez que los padres aprenden lo que el abogado del menor cree que son los mejores intereses del niño, pueden llegar a un acuerdo, sobre todo sabiendo que el juez va a dar gran consideración a la posición del abogado del menor.
Hay mucho que ganar contando con un abogado del menor involucrado en un caso de derecho familiar. Las casas y los muebles van y vienen. Nuestros hijos son lo que realmente importa.
