Related Articles
Por: Nicole Rodiles, Catedrática de Psicología de tiempo completo en Imperial Valley College.
El matrimonio no es un acuerdo al que se deba ingresar a la ligera. Y se convierte en algo más sencillo si se está casado con su mejor amigo. De esa manera, incluso cuando no le parezca lo que haga la persona en ese momento, aun lo amara y no podrá imaginar la vida sin ellos. No es una tarea fácil y requiere mucho trabajo, todos los días, con el fin de mantener la relación a flote. Pero eso no quiere decir que no es gratificante, ya que es la relación más gratificante, si usted está dispuesto a poner el trabajo que se requiere.
Nos casamos con alguien que se crió y vivió, en la mayoría de los casos, de una manera muy diferente a nosotros. Como resultado, usted debe estar dispuesto a ceder y “no preocuparse por las cosas pequeñas”. Ya se trate de la forma en que colocan el rollo de papel higiénico, en la forma en que no empujan la pasta de dientes por el tubo, las diferencias en la crianza de los hijos, o la administración del dinero, y la lista sigue, estos problemas pueden crear conflictos reales en un matrimonio. Usted y su cónyuge tendrán que llegar a un compromiso y lograr un acuerdo que funcione para ambos. De lo contrario, el problema o los problemas llegarán a ser una batalla constante y pueden convertirse en una “ruptura” de la relación.
Aunque sinceramente, parece, que la cosa más importante que se debe hacer en un matrimonio es nunca dejar de salir con su pareja. Es fácil envolverse en las rutinas diarias y olvidar que nuestra relación debe atenderse también. Si dejamos que esto continúe demasiado tiempo, nos convertimos en solo compañeros de cuarto de nuestro cónyuge y la chispa comienza a desvanecerse. Y si usted tiene niños, es aún más importante tomar el tiempo para ser alguien que no sea mamá o papá, y ser la persona de la que su cónyuge se enamoró, antes de tener niños. Tenemos que planificar el tiempo con nuestro cónyuge, semanalmente, para sentarse y hablar o hacer algo que disfruten haciendo juntos. Es mejor si pueden salir de casa para evitar las distracciones que eviten enfocarse el uno en el otro.
Es sorprendente cómo esta salida semanal puede poner su relación de nuevo en marcha y puede acelerar su vida íntima también. Al volver otra vez a ser más que solo compañeros de cuarto, empezando a tomarse las manos de nuevo, a abrazarse y a besarse nuevamente, lo cual le ayudará a recordar y a sentir la manera en que lo hizo cuando eran novios. Esto sólo podrá mejorar su relación, dentro y fuera de la habitación.
En mi propia experiencia, el matrimonio es mucho más sencillo si se está casado con su mejor amigo. De esta manera, incluso si no le agrada su cónyuge en algún momento, puede aún amarlo y no podrá imaginar la vida sin ellos. Tengo la suerte de estar casada con mi mejor amigo, y aunque hemos tenido nuestros altibajos, no puedo imaginar tomar este camino, que llamamos “vida”, con nadie más.
