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Por: Ellie Burgueño
AMLO se prepara para tomar protesta como el nuevo presidente de México. El presidente electo entrará en funciones el próximo primero de diciembre del 2018 y con él su nuevo gabinete.
Andrés Manuel Lopez Obrador, quien por tercera ocasión buscó ocupar el cargo más importante de la nación, por fin logra su objetivo con un 54% de la votación.
Pero, ¿a que se debió el fenómeno electoral que técnicamente lo hizo arrasar con la mayoría de votos en lo que fue la votación más grande de la historia de México, donde incluso, por primera vez se abrió la opción para que los mexicanos en el extranjero pudieran ejercer el sufragio?
En Enero del 2017, el Presidente Donald Trump llevaba solo diez días en su cargo, cuando AMLO dio a conocer una gira que realizaría por los Estados Unidos para apoyar a los inmigrantes.
En su viaje por distintas ciudades de EE.UU., el entonces precandidato mexicano acusó a Trump y sus asesores de hablar de los mexicanos como en algún momento lo hizo Hitler y los nazis cuando se referían a los judíos, y de apoyar “una campaña de odio que es neofascista”.
Posterior a esto publicó un libro sobre ese viaje, titulado “Oye, Trump”, el cual fue traducido al inglés y logro grandes ventas, y dijo que decidió enfrentar al gobierno de EE.UU. mientras el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, guardaba silencio.
Su tercer intento era la vencida, ya que Andrés Manuel había recorrido un largo camino al intentar en otras dos ocasiones ocupar la presidencia de México.
Esta actividad generó polémica y sospechas de que López Obrador buscaba utilizar el alto rechazo que Trump genera entre los mexicanos para lograr votos.
Conforme el candidato conocido por sus iniciales “AMLO” se afianzó en la campaña, muchos vincularon su apoyo popular con lo que hace Trump en Estados Unidos.
“Con sus ataques e insultos a los mexicanos, Trump favoreció rotundamente a López Obrador, sin utilizar mucha cordura, pues Estados Unidos tendrá problemas con un gobierno populista y demagogo”, esto destaco en un comentario el escritor peruano y premio Nobel de Literatura 2010, Mario Vargas Llosa.
Así que, después de la elección de AMLO como el próximo presidente de México quien ocupará el cargo hasta el 2024, las inevitables preguntas son: ¿contribuyó realmente Trump a su triunfo? ¿Lograrán tener una relación bilateral armoniosa?
Con los meses, el presidente actual de Estados Unidos y el presidente electo de México, parecen estarse entendiendo, incluso se está logrando un acuerdo razonable en el TLCAN, un asunto que precupa a los empresarios de ambos lados de la frontera.
Algunos comentan que el motivo es que Trump tiene más respeto por AMLO que por Peña Nieto, además de ser contemporáneos y compartir un mismo objetivo por su país: centrarse en el progreso interno más que en un crecimiento globalizado.
La retórica de campaña de ambos candidatos era un progreso interno, oportunidades para los pobres y más empleos para la clase baja. Representando este grupo a la mayoría de los votantes, por ello era más que predecible el probable triunfo del candidato.
Y es que en lo general el pueblo esta arto, harto de la corrupción, harto de las mentiras de los gobiernos, harto de la farsa de los políticos de carrera, arto de buscar oportunidades y no encontrarlas, harto de la inseguridad y arto de creer que las cosas cambiaran y que nunca suceda dicho cambio, razón por la cual el fenómeno migratorio no deja de presentarse, dado que son esas personas en su mayoría, quienes con el ánimo de encontrar mejores oportunidades para los suyos, están dispuestas a tomar toda clase de riesgos, incluso aquellos que los pueden llevar a perder la vida en la búsqueda de la felicidad y de la realización de sus sueños.
Y es esa misma pasión que mueve a masas de un lugar a otro en la búsqueda de mejores oportunidades la misma que en cada elección determina quién habrá de gobernar; esa pasión es la fuerza que mueve al voto.
