Silvia Pinal fue más que una estrella: fue el rostro de una era en el cine mexicano. Como la última diva de su época de oro, el legado de Pinal va mucho más allá de la pantalla, dejando una huella perdurable en el mundo del entretenimiento.
Sergio Zurita, reconocido crítico de cine y comentarista cultural, compartió un emotivo homenaje a la legendaria Silvia Pinal tras su fallecimiento: “Fue Viridiana en la película del mismo nombre. Fue La Valkiria en El Ángel Exterminador, y fue la tentación encarnada en Simón del Desierto. Adiós a la bella, la talentosa, la increíblemente trabajadora Silvia Pinal. Último ícono de la Época de Oro de nuestro cine.”
Su camino comenzó en el mundo del teatro, donde primero cautivó al público con sus interpretaciones. Pero en 1949, Pinal dio el salto al cine, donde su carrera despegó de manera impresionante. Su belleza, encanto y talento indiscutible la convirtieron rápidamente en una de las grandes estrellas de México durante la época de oro del cine mexicano, una época en la que el cine florecía y producía algunas de las películas más queridas del país.
Aunque la fama de Pinal creció primero en México, su trabajo pronto la llevó al extranjero, a Europa, donde participó en películas en España e Italia. Sin embargo, fue su colaboración con el director español Luis Buñuel lo que realmente la distinguió. Pinal protagonizó tres de las películas más icónicas de Buñuel: Viridiana (1961), El ángel exterminador (1962) y Simón del Desierto (1965), donde mostró al mundo su versatilidad como actriz. Estas películas consolidaron su estatus como estrella internacional.
Pinal también dejó una huella significativa en la televisión, comenzando en los primeros años de la década de 1950, cuando el medio comenzó a surgir en México. En 1952, participó en el programa de televisión Con los brazos abiertos, marcando el inicio de su larga carrera televisiva. Su colaboración con Luis de Llano Palmer introdujo conceptos innovadores como el playback a las audiencias mexicanas, ayudando a dar forma al futuro de la televisión en el país.
En la década de 1960, Pinal lanzó su propio show cómico-musical, Los Especiales de Silvia Pinal, en Televisa. Esto fue seguido por Silvia y Enrique, un exitoso programa de variedades en el que compartió escenario con su entonces esposo Enrique Guzmán, que se transmitió de 1968 a 1972. Tras su separación, Pinal continuó con ¡Ahora Silvia!!, manteniendo su lugar en el corazón de la audiencia.
En 1985, Pinal asumió el rol de productora y presentadora del popular programa de televisión Mujer, Casos de la Vida Real. Inicialmente centrado en las consecuencias del terremoto de 1985 en Ciudad de México, el programa evolucionó para abordar temas sociales importantes como la violencia doméstica y la salud pública. Estuvo al aire durante más de dos décadas, teniendo un profundo impacto en los televidentes de México y más allá.
La carrera televisiva de Pinal también incluyó papeles en telenovelas, comenzando con Los Caudillos (1968) y ¿Quién? (1973), y más tarde produciendo sus propios éxitos como Mañana es primavera (1982) y Eclipse (1985). Sus más recientes apariciones en televisión incluyeron papeles especiales en Carita de ángel (2000), Soy tu dueña (2010) y Mi marido tiene familia (2017).
Además de su trabajo como actriz, Pinal también fue una pionera en el entretenimiento mexicano. Como matriarca de una de las familias más famosas del espectáculo mexicano, su influencia continúa hoy a través de sus hijos, muchos de los cuales han seguido sus pasos y dejado su propia huella en el mundo del entretenimiento.