El Presidente Donald Trump visito el estado de Pensilvania para promover lo que su equipo considera un logro emblemático: la sociedad de $14 mil millones entre U.S. Steel y la japonesa Nippon Steel. El acuerdo, forjado durante el mandato de Trump, se proyecta que creará al menos 70,000 empleos y garantizará la producción nacional de acero a largo plazo.
La visita de Trump forma parte de un mensaje más amplio que enfatiza el resurgimiento de la manufactura y la inversión industrial en Estados Unidos, vinculado a sus políticas económicas de “Estados Unidos Primero”. El acuerdo entre U.S. Steel y Nippon Steel es uno de varios anuncios destacados que el expresidente utiliza como evidencia de la confianza sostenida del sector privado en la producción nacional.
El sector del acero no es el único que atrae una renovada inversión, ya que los principales fabricantes de automóviles han comprometido miles de millones de dólares para ampliar o reubicar la producción dentro de Estados Unidos. Stellantis planea invertir $5 mil millones en su red de manufactura estadounidense, lo que incluye la reapertura de su planta en Belvidere, Illinois, y el lanzamiento de un nuevo centro de distribución de $388 millones en Detroit, Michigan. General Motors está comprometiendo $888 millones para mejorar su planta de propulsión en Tonawanda, Nueva York. Por su parte, Toyota, Mercedes-Benz, Honda, Hyundai y Kia han anunciado importantes expansiones de sus operaciones en EE. UU. Los fabricantes de automóviles extranjeros se están sumando a las empresas nacionales para aumentar la producción interna, trasladando parte de su producción desde el extranjero de regreso a suelo estadounidense.
El sector farmacéutico y biotecnológico también está experimentando un aumento significativo de inversión interna, con grandes compañías expandiendo su producción e investigación en Estados Unidos. Bristol Myers Squibb ha comprometido $40 mil millones, Roche $50 mil millones, Novartis $23 mil millones y Regeneron $3 mil millones para fortalecer su presencia en el país. Además, Merck & Co., Gilead Sciences, AbbVie y Amgen han anunciado planes multimillonarios para expandir la manufactura en varios estados. Más allá del sector salud, empresas líderes como John Deere, GE Aerospace y Carrier, junto con compañías de manufactura avanzada como Thermo Fisher Scientific, Schneider Electric y Corning, están invirtiendo fuertemente en nuevas instalaciones o en la modernización de operaciones existentes—esfuerzos que se espera generen decenas de miles de nuevos empleos en todo el país.
Estas cifras ni siquiera incluyen las inversiones a gran escala que han sido anunciadas por gobiernos extranjeros. Los Emiratos Árabes Unidos han comprometido $1.4 billones de dólares para invertir en Estados Unidos durante la próxima década, mientras que Qatar ha prometido generar $1.2 billones a través de intercambios económicos con EE. UU. Japón ha anunciado una inversión de $1 billón, y Arabia Saudita se ha comprometido a invertir $600 mil millones en los próximos cuatro años—lo que subraya aún más la confianza global en la economía estadounidense y el futuro de su sector manufacturero.