La Reserva Federal anunció su primer recorte de los tipos de interés desde los primeros días de la pandemia de COVID-19. El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) votó a favor de reducir su tipo de referencia en medio punto porcentual, reduciendo el tipo de los fondos federales a un rango entre el 4.75% y el 5%. Esta decisión refleja las crecientes preocupaciones sobre la posible desaceleración del mercado laboral y marca el esfuerzo de la Reserva Federal por prevenir un mayor deterioro económico, a pesar de la sólida actividad económica en general.
Esta reducción de medio punto es el mayor recorte de tipos fuera de una emergencia desde 2008, durante la crisis financiera mundial. La última vez que la Reserva Federal tomó una medida tan significativa fue durante el apogeo de la pandemia, cuando recortó los tipos en un esfuerzo por evitar un desastre económico. Desde entonces, la economía se ha estabilizado, pero indicadores recientes como un crecimiento laboral más lento y un ligero repunte de la tasa de desempleo han provocado un enfoque más cauteloso.
El presidente Joe Biden respondió a la medida de la Reserva Federal con un optimismo cauteloso, afirmando: “La reducción de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal no es una declaración de victoria, es una declaración de progreso. Hemos entrado en una nueva fase de nuestra recuperación. En lugar de permanecer encerrados en el miedo, reconozcamos que la inflación ha bajado más rápido y a un ritmo menor aquí en los EE.UU. que en la mayoría de las economías avanzadas. Ahora, en lugar de centrarnos en las subidas de las tasas de interés, las tasas están bajando y se espera que bajen aún más. Esa es una buena situación para nosotros”.
Si bien el recorte de las tasas está diseñado para reducir los costos de endeudamiento a corto plazo para los bancos, sus efectos se extenderán a los consumidores. Se esperan tasas más bajas en productos como hipotecas, préstamos para automóviles y tarjetas de crédito, lo que brindará cierto alivio a los hogares que lidian con una inflación aún elevada y presiones del costo de vida. Sin embargo, la decisión de la Reserva Federal también indica que el camino a seguir puede implicar más recortes de tasas, dependiendo de la evolución de las perspectivas económicas.
Este sentimiento refleja la visión más amplia del FOMC, que, a través de su “diagrama de puntos” (una matriz de expectativas de los funcionarios individuales sobre las tasas de interés futuras), señaló que podrían estar a la vista recortes adicionales. Las proyecciones sugieren otras reducciones de tasas de 50 puntos básicos para fines de 2024, en línea con las expectativas del mercado. De cara al futuro, la reserva anticipa un recorte de un punto porcentual completo para fines de 2025 y un recorte de medio punto en 2026, lo que equivale a una flexibilización significativa de la política monetaria en los próximos años.
Si bien el recorte de tasas proporciona un estímulo económico a corto plazo, también pone de relieve las preocupaciones persistentes sobre la inflación y el empleo. La inflación ha avanzado hacia el objetivo a largo plazo de la reserva del 2%, pero sigue siendo elevada, lo que plantea un riesgo para el poder adquisitivo y la estabilidad económica. El mercado laboral, aunque sigue siendo sólido, está mostrando signos de suavizarse, con la desaceleración de las ganancias de empleo y la tasa de desempleo aumentando ligeramente.
El doble mandato de la reserva es promover el máximo empleo y precios estables. A medida que la economía siga evolucionando, el comité evaluará los datos entrantes y ajustará su postura política en consecuencia. La reserva ha expresado su confianza en que la inflación se está acercando a su objetivo del 2%, pero las perspectivas económicas siguen siendo inciertas. El comité sigue atento a los riesgos tanto de la creciente inflación como de la desaceleración del crecimiento económico, lo que indica que las futuras decisiones políticas se basarán en los datos y responderán al panorama cambiante.
La decisión de reducir las tasas se produce en medio de crecientes desafíos económicos globales, incluido el impacto continuo de las tensiones geopolíticas y los precios fluctuantes de las materias primas. Sin embargo, el enfoque de la reserva sigue estando directamente en la economía nacional y su trayectoria de recuperación.
Si bien la mayoría de los funcionarios apoyaron la reducción de medio punto, hubo disenso dentro de las filas. Michelle W. Bowman, uno de los miembros con derecho a voto del FOMC, favoreció un recorte menor de un cuarto de punto, lo que refleja un enfoque más cauteloso para la flexibilización monetaria.