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-Editorial
El Distrito de Riego Imperial (IID, por sus siglas en inglés) realizó un taller público el 9 de diciembre para abordar las preocupaciones sobre un centro de datos propuesto en la ciudad de Imperial, mientras residentes cuestionan la viabilidad del proyecto y sus posibles impactos.
La propuesta contempla un centro de datos de aproximadamente 950,000 pies cuadrados con capacidad de 330 megavatios, un edificio de generadores de emergencia de 330 megavatios y un sistema de almacenamiento de energía de 862 megavatios-hora en un terreno de 74 acres ubicado en la esquina sureste de las calles Aten y Clark. Aún no se han otorgado permisos de construcción a los desarrolladores.
El IID ha visto un aumento en consultas de desarrolladores interesados en instalar centros de datos en los valles Imperial y Coachella, lo que llevó a la agencia a explicar los posibles beneficios y desafíos asociados con estos proyectos.
Los centros de datos son instalaciones que operan de manera continua para respaldar servicios en la nube, inteligencia artificial y almacenamiento digital. Requieren electricidad estable y de gran volumen —a menudo más de 100 megavatios, similar al consumo de una ciudad pequeña— además de amplios sistemas de enfriamiento que pueden utilizar cantidades significativas de agua. Estos proyectos suelen ocupar entre 40 y 80 acres y requieren garantías de confiabilidad a largo plazo e infraestructura eléctrica personalizada.
Los desarrolladores han mostrado interés en la región debido a la disponibilidad de tierras, costos relativamente bajos de agua y energía, y la cercanía a áreas metropolitanas. Funcionarios del IID afirman que los proyectos podrían atraer inversión privada, empleos temporales en construcción y potencialmente impulsar actividades adicionales del sector tecnológico.
Sin embargo, los líderes del distrito señalan varias preocupaciones. Las grandes demandas de electricidad podrían requerir nuevas subestaciones, líneas de transmisión y mejoras al sistema, que normalmente son responsabilidad del desarrollador. El uso de agua para enfriamiento, el estrés añadido a la red eléctrica y posibles impactos ambientales están bajo análisis. El IID también menciona riesgos adicionales, como infraestructura ociosa si los proyectos fracasan, exposición financiera para los usuarios y un desequilibrio si un solo centro de datos se convierte en un cliente desproporcionadamente grande.
El IID evalúa todas las propuestas de manera no discriminatoria para garantizar la confiabilidad del sistema, confirmar que las demandas de agua y energía sean viables y evitar que los costos se transfieran a los usuarios existentes. El distrito exige que los desarrolladores paguen la infraestructura necesaria, cumplan con estándares ambientales, demuestren viabilidad financiera y firmen acuerdos firmes de interconexión.
Funcionarios del distrito afirmaron que ningún proyecto será acelerado sin un análisis exhaustivo y la debida diligencia destinada a proteger la confiabilidad y evitar costos o riesgos indebidos para los usuarios.
Supervisores del Condado Imperial Escuchan Preocupaciones
La discusión del 9 de diciembre tomó fuerza durante la reunión de la Junta de Supervisores del Condado Imperial, donde varios residentes expresaron inquietudes sobre el proyecto del centro de datos.
Vecinos que viven cerca del sitio propuesto dijeron que desean información más clara sobre los posibles impactos de la instalación y pidieron a los funcionarios del condado mejorar la divulgación pública conforme avance el proyecto.
Tom DuBose, de DuBose Design Group, hablando en nombre del desarrollador, describió el proyecto como una oportunidad económica “muy necesaria” en un momento en que el Condado de Imperial está perdiendo empleos. DuBose dijo que la inversión de 10 mil millones de dólares generaría ingresos significativos para los gobiernos locales y beneficios financieros a largo plazo para el Distrito Escolar Unificado de Imperial. También subrayó que el desarrollador no ha requerido que nadie firme acuerdos de confidencialidad, en respuesta a una preocupación planteada por un residente durante la reunión.
DuBose señaló que el proyecto incluye una propuesta para instalar equipos de reutilización de agua, financiados por el desarrollador, tanto en Imperial como en El Centro. Dijo que estos sistemas reducirían las descargas de agua y crearían nuevas fuentes de ingresos para ambas ciudades. Argumentó que el proyecto se alinea con la capacidad de energía renovable de la región, y agregó que administradores de energía del IID han dicho durante años que el Valle necesita mayor demanda eléctrica para utilizar la energía renovable que se genera localmente.
Francisco Leal, quien se identificó como residente cercano, padre y vecino, dijo ante la Junta de Supervisores del Condado Imperial que las familias comenzaron a enterarse del proyecto “pedazo por pedazo” después del 26 de noviembre —y no por parte del condado. “Me rompe el corazón que nuestra comunidad haya sido mantenida en la oscuridad mientras corporaciones multimillonarias avanzan silenciosamente para transformar nuestros vecindarios”, dijo Leal.
Criticó lo que describió como una falta de comunicación formal por parte del condado.
“Aún no hay comunicados oficiales, ni talleres, ni reuniones comunitarias, ni siquiera un solo punto en la agenda”, afirmó, señalando que la mayoría de la información provino de la ciudad de Imperial, que —dijo— “entendió que la transparencia no es opcional cuando están en juego los hogares y las vidas de las personas”.
Leal también cuestionó por qué el proyecto se evalúa en partes separadas en lugar de como un solo complejo industrial. Señaló que ya se emitió un permiso de nivelación pese a que siguen pendientes evaluaciones sobre energía, agua, aguas residuales, riesgos ambientales, seguridad pública y seguridad nacional.
“¿Por qué aprobar la nivelación si alguien ya decidió que este proyecto será aprobado pase lo que pase?”, preguntó. “¿Cuál es el sentido de los estudios futuros si el terreno ya se está preparando?”
Leal cuestionó las garantías de que la instalación operará solo con agua reciclada, diciendo que “no hay acuerdos, no hay documentos vinculantes” que garanticen ese compromiso. Sin esos contratos, dijo, “los agricultores, los residentes y todo el valle podrían terminar compitiendo por los mismos recursos hídricos limitados”.
También expresó preocupación por los costos a largo plazo, advirtiendo que incluso si el desarrollador paga inicialmente por líneas eléctricas, agua, alcantarillado y caminos, los residentes podrían enfrentar tarifas más altas después. “Después de eso, nosotros pagaremos el mantenimiento, las mejoras y el desgaste operativo de esos sistemas”, dijo. “¿La empresa multimillonaria o nosotros, los usuarios?”
Leal mencionó casos de incendios, explosiones y evacuaciones en otros centros de datos en Estados Unidos, argumentando que riesgos similares deben tomarse en serio localmente. También señaló que la proximidad del sitio propuesto a la sede del Sector El Centro de la Patrulla Fronteriza plantea preguntas de seguridad nacional.
“Colocar una instalación industrial altamente intensiva en datos y energía directamente junto a CBP requiere una revisión a nivel federal”, dijo, agregando que cambios en la propiedad extranjera podrían activar un análisis de organismos federales como el Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS).
El senador estatal Steve Padilla pidió mayor transparencia y participación pública después de que el Condado de Imperial otorgara una exención de revisión ambiental bajo la Ley de Calidad Ambiental de California al proyecto propuesto. En una carta a los supervisores del condado, Padilla dijo que los residentes merecen claridad sobre el uso de agua, las demandas de energía y los posibles costos del proyecto, señalando que desarrollos similares en todo el país han elevado tarifas y presionado los recursos locales. También dijo que planea presentar legislación en enero para establecer estándares de eficiencia energética y de recursos para centros de datos.
