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-Editorial
Un jurado declaró culpable a Rodrigo Flores Gómez de homicidio en primer grado con premeditación y deliberación por el asesinato de su esposa, Sandy Fabela, ocurrido en 2024. El veredicto fue emitido el 25 de julio de 2025 tras un juicio llevado a cabo por la Fiscalía del Condado Imperial.
De acuerdo con los registros judiciales, el 14 de febrero de 2024, Sandy Fabela obtuvo una orden de restricción por violencia doméstica (DVRO, por sus siglas en inglés) contra Flores Gómez. En las declaraciones presentadas por la víctima y su hija de 16 años, se describieron 16 años de abuso psicológico, físico y emocional por parte del acusado. La hija advirtió en su testimonio que temía que su padre eventualmente matara a su madre. Aunque la orden de restricción prohibía al acusado acercarse a la víctima y a sus tres hijos menores, esta nunca fue entregada formalmente.
Dos meses después, el 12 de abril de 2024, la Policía de Brawley arrestó a Flores Gómez por posesión de metanfetamina y por resistencia a la autoridad con uso de violencia, luego de que fuera visto en el techo de la casa de Fabela. Fue liberado poco después.
Una semana después, el 19 de abril, Fabela lo confrontó sobre el uso de drogas cerca de sus hijos y le recordó que la orden de restricción le otorgaba la custodia. Flores Gómez respondió amenazándola con golpearla.
La noche del 20 de abril ocurrió el asesinato. Tras una cena familiar, la hija de 16 años se fue a dormir a un estudio en el patio trasero donde vivía para evitar el ambiente emocionalmente tenso de la casa. Mientras el bebé y el hijo de 7 años dormían, Flores Gómez agredió violentamente y estranguló a Fabela dentro del hogar, causándole lesiones mortales. Luego colocó su cuerpo en el asiento del pasajero del automóvil y abandonó el vehículo en el parque Meserve, en Brawley.
Regresó a casa y le dijo a su hija que la víctima estaba en el hospital y que necesitaba ayuda para encontrar su teléfono. Tras recuperarlo, borró las grabaciones de seguridad del hogar. Cuando la hija lo confrontó y le preguntó si había matado a su madre, Flores Gómez lo confesó. Ella llamó inmediatamente al 911.
Los oficiales encontraron el cuerpo de Fabela en el automóvil. Un patólogo forense testificó que las lesiones que presentaba eran tan graves que resultaban incompatibles con cualquier intento de reanimación.
Flores Gómez fue arrestado y acusado de homicidio bajo el Código Penal §187 y de abuso infantil bajo el Código Penal §273a(b). Sus casos por homicidio y drogas fueron consolidados en un solo juicio.
Durante su reclusión, Flores Gómez intentó escapar de la cárcel del Condado de Imperial trepando por una canasta de baloncesto para alcanzar el techo. Su intento fue frustrado cuando su ropa quedó atorada en el alambre de púas, lo que permitió a los agentes del centro de detención detenerlo. Posteriormente se declaró no culpable en ese caso y fue acusado formalmente.
La audiencia de sentencia por el homicidio y el intento de fuga está programada para el 22 de agosto de 2025, ante el juez Christopher Plourd, en el Departamento 7 de la Corte de El Centro.
El caso fue llevado por la fiscal adjunta Kia Harris, de la Unidad de Víctimas Especiales.