Un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha revelado estadísticas alarmantes sobre las muertes globales atribuidas al consumo de alcohol y las drogas, destacando una crisis urgente de salud global. Según el Informe Mundial sobre el Alcohol y la Salud de la OMS y el Tratamiento de los Trastornos por Uso de Sustancias, aproximadamente 2.6 millones de muertes al año están vinculadas solo al consumo de alcohol, lo que representa el 4.7% de todas las muertes globales. Se atribuyen otras 0.6 millones de muertes al uso de drogas psicoactivas, subrayando el impacto generalizado del abuso de sustancias en la salud pública a nivel mundial.
El informe pone de relieve una profunda disparidad de género, con 2 millones de muertes relacionadas con el alcohol y 0.4 millones de muertes relacionadas con drogas ocurriendo entre hombres cada año. A nivel global, se estima que 400 millones de personas viven con trastornos por uso de alcohol o drogas, de las cuales 209 millones sufren de dependencia al alcohol, ilustrando la naturaleza extendida de esta crisis de salud.
El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, enfatizó las severas implicaciones para la salud del uso de sustancias, destacando su vínculo con enfermedades crónicas, trastornos de salud mental y millones de muertes prevenibles cada año. Instó a acciones urgentes y exhaustivas para abordar estos impactos y mejorar el acceso al tratamiento para los trastornos por uso de sustancias, actualmente subutilizados debido al estigma y conceptos erróneos.
El informe de la OMS resalta las brechas críticas en la cobertura de tratamiento, revelando que solo una fracción de las personas que lo necesitan recibe atención adecuada, con cifras que van desde menos del 1% hasta el 35% en los países que reportan tales datos. Esta brecha en el tratamiento perpetúa el ciclo de daño asociado con los trastornos por uso de sustancias, exacerbando aún más las desigualdades de salud a nivel global.
En respuesta, la OMS aboga por intensificar los esfuerzos para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 3.5 para 2030, que tiene como objetivo fortalecer las estrategias de prevención y tratamiento para el abuso de sustancias. Estos esfuerzos incluyen aumentar la conciencia, fortalecer las capacidades de los sistemas de salud para la prevención y tratamiento, y movilizar recursos para apoyar intervenciones integrales.
Más allá de la mortalidad, el informe profundiza en los impactos sociales más amplios del uso de sustancias psicoactivas, citando sus efectos perjudiciales en el estado socioeconómico, la salud mental y las enfermedades no transmisibles. Las personas de bajos recursos económicos son desproporcionadamente afectadas, enfrentando mayores riesgos de lesiones y enfermedades infecciosas como el VIH y la hepatitis, especialmente en casos de uso de drogas inyectables.
Las tendencias globales en el consumo de alcohol muestran una ligera disminución en el consumo per cápita de 5.7 litros en 2010 a 5.5 litros en 2019, aunque persisten disparidades regionales, con tasas más altas de consumo observadas en la Región Europea de la OMS y en las Américas. La pandemia de COVID-19 influyó notablemente en los patrones de consumo de alcohol a nivel mundial, con una reducción general del 10% observada de 2019 a 2020, destacando las complejas interacciones entre las crisis de salud.
Las graves consecuencias del consumo de alcohol incluyen contribuciones significativas a 2.6 millones de muertes a nivel mundial solo en 2019, con los hombres soportando la mayoría de estas fatalidades y años de vida ajustados por discapacidad (AVAD). A pesar de la disponibilidad de opciones de tratamiento efectivas, persisten barreras de acceso, exacerbadas por programas insuficientes de detección e intervención en muchos países.
Para abordar estos desafíos multifacéticos, la OMS llama a respuestas políticas integradas que abarquen medidas regulatorias, estrategias de prevención y fortalecimiento de capacidades de tratamiento. Estas iniciativas son cruciales para mitigar el profundo impacto negativo del uso de sustancias en la salud global, promover la resiliencia y avanzar en los objetivos de desarrollo sostenible.
Para obtener más información detallada y recomendaciones, consulte el Informe Mundial sobre el Alcohol y la Salud de la OMS y el Tratamiento de los Trastornos por Uso de Sustancias.