-Editorial
En un verano que normalmente estaría lleno de viajeros explorando nuevas ciudades, visitando maravillas naturales y cruzando fronteras para intercambios culturales, el ánimo en la industria turística de América del Norte dista mucho de ser optimista.
La Coalicion de Turismo Beyond Borders, una alianza de actores del turismo, el comercio y asociaciones de Estados Unidos y Canadá, exhorta a los responsables de formular políticas públicas a atender lo que describe como “amenazas crecientes” para la industria de viajes transfronterizos. La coalición señala que el aumento de aranceles, la reducción de fondos para organizaciones no gubernamentales e infraestructura, las nuevas tarifas de entrada a Estados Unidos y la incertidumbre en los cruces fronterizos están debilitando la confianza económica y poniendo en riesgo a una industria que históricamente ha sido un motor clave de prosperidad en la región.
De acuerdo con la coalición, estas presiones combinadas están frenando la recuperación del sector turístico, desincentivando la inversión privada y limitando los intercambios culturales y económicos. Líderes de la industria afirman que los efectos ya son visibles. Terry Dale, presidente de la U.S. Tour Operators Association, reporta millones de dólares en reservas y ganancias perdidas. Para 2025, se proyecta una caída del 11% en el gasto de visitantes internacionales en Estados Unidos —equivalente a 18 mil millones de dólares— lo que, según Dale, se traducirá en recortes operativos, reducción de empleos y menos oportunidades para comunidades de todo el país.
En Canadá, los retos son similares. Jean Hébert, director ejecutivo de la Canadian Association of Tour Operators, señaló que algunos miembros han visto caer en más del 70% la actividad de viajes transfronterizos en comparación con el año anterior, junto con costos operativos en aumento y una drástica disminución de reservas. Hébert advirtió que, de no tomarse acciones decisivas, las comunidades dependientes del turismo podrían enfrentar un impacto económico que tardaría años en revertirse.
Las advertencias llegan en plena temporada alta de viajes en América del Norte. Datos de la coalición muestran una fuerte caída en reservas aéreas anticipadas entre Canadá y Estados Unidos, menos ocupación hotelera internacional en ciudades importantes y una mayor cautela de los viajeros debido al incremento de costos. También se reportan impactos negativos en iniciativas turísticas regionales e indígenas, con pérdidas de empleos, reducción de programas y retrocesos en la preservación cultural.
Shannon Stowell, director ejecutivo de la Adventure Travel Trade Association, citó una encuesta reciente en la que el 93% de operadores de turismo de aventura en Estados Unidos y el 89% de sus contrapartes internacionales prevén efectos negativos derivados de la inestabilidad política y la incertidumbre en las políticas al menos durante el próximo año. “La acción gubernamental impredecible en temas financieros, de seguridad y políticas de viaje crea el mayor desafío”, afirmó Stowell, subrayando que la resiliencia del sector requerirá mayor apoyo y políticas más claras.
Otros representantes del sector compartieron preocupaciones similares. Catherine Prather, presidenta de la National Tour Association, dijo que la disminución del turismo transfronterizo ya ha costado millones en ingresos, afectando a operadores turísticos, hoteles, restaurantes, atracciones y destinos rurales. Fred Ferguson, presidente y director ejecutivo de la American Bus Association, destacó que el turismo en autobús genera 90 mil millones de dólares al año y sostiene medio millón de empleos, advirtiendo que las políticas proteccionistas podrían poner en riesgo su crecimiento a largo plazo.
Carylann Assante, directora ejecutiva de la Student and Youth Travel Association, alertó que los costos crecientes y la cancelación de programas están limitando las oportunidades educativas de viaje para estudiantes. Keith Henry, presidente y director ejecutivo de la Indigenous Tourism Association of Canada, señaló que la incertidumbre afecta de forma desproporcionada a negocios indígenas que dependen de políticas fronterizas abiertas. Lisa Simon, directora ejecutiva de la International Inbound Travel Association, señaló que los retrasos en visas, las tarifas excesivas y la imprevisibilidad de las políticas son obstáculos clave para atraer visitantes.
Sebastien Desnoyers-Picard, director ejecutivo de Destination Original Indigenous Tourism, advirtió que la situación amenaza la participación en eventos culturales de gran escala, como la representación indígena en la próxima Copa Mundial de la FIFA. “Esto es más que una pérdida cultural: es una oportunidad económica desperdiciada para comunidades que ya enfrentan barreras”, dijo.
La coalición estima que el turismo aporta alrededor de 2.5 billones de dólares al PIB de América del Norte, lo que representa cerca del 9% de la producción económica total. En Estados Unidos, el sector sostiene casi 20 millones de empleos; en Canadá, 1.9 millones. Para sus integrantes, estas cifras reflejan la urgencia de políticas estables, predecibles y de mayor colaboración entre gobiernos.
En una declaración conjunta, los miembros pidieron a los gobiernos de Estados Unidos y Canadá que prioricen la negociación, la transparencia y la cooperación por encima de medidas proteccionistas. “Está en juego el sustento de millones de personas y el intercambio cultural que define nuestra frontera compartida”, señalaron. “Sin una acción decisiva, la viabilidad a largo plazo de esta industria, y de las comunidades que dependen de ella, podría verse gravemente comprometida.”
La coalición, que agrupa a líderes de los sectores turístico, de transporte y de hospitalidad, se formó para promover un crecimiento sostenible, impulsar políticas pro-turismo y atender retos transfronterizos mediante mensajes unificados y estrategias basadas en datos. Según la coalición, restaurar la confianza global en América del Norte como un destino accesible y hospitalario será clave para revertir las caídas actuales y garantizar el futuro de la economía turística de la región.