A medida que aumentan las temperaturas veraniegas en el Valle Imperial, las autoridades de salud pública están exhortando a los residentes a tomar precauciones tras confirmarse el primer grupo de mosquitos portadores del Virus del Nilo Occidental (WNV, por sus siglas en inglés) de la temporada, detectado en la ciudad de Imperial.
El anuncio fue realizado por el Departamento de Salud Pública del Condado Imperial, que informó que la muestra de mosquitos fue recolectada el 16 de junio y los resultados de laboratorio se confirmaron el 20 de junio. Este hallazgo representa la primera presencia confirmada del virus en el condado en 2025.
“A medida que el clima se vuelve más cálido, los mosquitos se vuelven más activos, lo que incrementa el riesgo de enfermedades transmitidas por estos insectos”, dijo el Dr. Stephen Munday, Oficial de Salud del Condado Imperial. “Estas enfermedades pueden ser graves, por lo que es fundamental que las personas se protejan de las picaduras de mosquito”.
Para monitorear la actividad de los mosquitos y posibles brotes, el Programa de Control de Vectores del condado opera 53 trampas distribuidas en áreas urbanas, las cuales se revisan varias veces por semana. Las autoridades destacan que estos esfuerzos de vigilancia son clave para la detección temprana y la respuesta rápida.
Jeff Lamoure, subdirector de Salud Ambiental, explicó que el condado continuará monitoreando las áreas afectadas y aplicando medidas preventivas. “Aunque los mosquitos positivos fueron recolectados en un área específica, todos los residentes del condado deben tomar precauciones”, señaló Lamoure. “Eso incluye usar repelente de insectos y limitar las actividades al aire libre durante el amanecer y el atardecer”.
El Virus del Nilo Occidental se transmite principalmente a los humanos a través de la picadura de un mosquito infectado, que a su vez se convierte en portador después de alimentarse de aves infectadas. La mayoría de las personas infectadas no presentan síntomas, aunque algunas pueden desarrollar una enfermedad leve similar a la gripe. En casos raros, especialmente en adultos mayores o personas con sistemas inmunológicos debilitados, el virus puede provocar complicaciones neurológicas graves, como encefalitis (inflamación del cerebro), convulsiones o parálisis.
Para reducir el riesgo de infección, los funcionarios de salud recomiendan el uso de repelentes de insectos registrados por la EPA que contengan DEET, picaridina o aceite de eucalipto limón. También se aconseja usar camisas de manga larga y pantalones cuando se esté al aire libre, especialmente al amanecer y al atardecer, cuando los mosquitos son más activos. Además, es importante asegurarse de que las ventanas y puertas cuenten con mallas en buen estado para evitar que los mosquitos entren al hogar.
Eliminar fuentes de agua estancada también es esencial, ya que son criaderos ideales para los mosquitos. Las autoridades recomiendan vaciar regularmente el agua acumulada en cubetas, llantas, bebederos de aves y macetas. Los platos para mascotas y fuentes decorativas deben limpiarse y cambiarse al menos una vez por semana, y las albercas deben mantenerse limpias y con una adecuada circulación de agua.
Si bien hasta ahora no se han reportado casos humanos de infección por el Virus del Nilo Occidental en el condado este año, las autoridades sanitarias insisten en la importancia de mantenerse alerta. La detección temprana en grupos de mosquitos es un recordatorio de que el virus está presente en el ambiente y puede propagarse rápidamente si no se toman medidas preventivas.
Se recomienda que cualquier persona que experimente síntomas como fiebre, dolor de cabeza, fatiga o dolores corporales—especialmente después de haber estado expuesta a picaduras de mosquito—busque atención médica de inmediato.
El Virus del Nilo Occidental es un virus transmitido por mosquitos que puede infectar a humanos, aves y otros animales. Se propaga principalmente a través de la picadura de un mosquito infectado, el cual contrae el virus al alimentarse de aves infectadas.
La mayoría de las personas infectadas con el virus no presentan síntomas. Sin embargo, aproximadamente 1 de cada 5 puede experimentar síntomas leves parecidos a la gripe, como fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, dolor en las articulaciones, vómito o sarpullido. En casos poco comunes—especialmente entre adultos mayores o personas con sistemas inmunitarios debilitados—el virus puede causar afecciones neurológicas graves como encefalitis (inflamación del cerebro) o meningitis (inflamación de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal). Estos casos severos pueden llevar a la parálisis, coma o incluso la muerte.
Actualmente no existe una vacuna ni tratamiento específico para el Virus del Nilo Occidental en humanos, por lo que la prevención—principalmente evitando las picaduras de mosquito—es fundamental.