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-Editorial
El candidato presidencial republicano Donald Trump y la candidata demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, se enfrentaron en un encendido debate que podría cambiar el rumbo de las elecciones presidenciales de 2024. El debate, celebrado en el Centro Nacional de la Constitución en Filadelfia el 10 de septiembre, fue transmitido por ABC y sus redes afiliadas, atrayendo una amplia atención.
El evento marcó la primera vez desde 2016 que dos candidatos presidenciales se estrecharon las manos en el escenario. Sin embargo, este gesto civil fue rápidamente eclipsado por un intenso intercambio de ataques personales, disputas políticas y críticas al carácter de cada uno.
Durante los 90 minutos de debate, Harris se dirigió directamente a Trump, especialmente sobre sus repetidas afirmaciones falsas sobre las elecciones de 2020. “Donald Trump fue despedido por 81 millones de personas, así que seamos claros en eso,” dijo Harris, en una crítica directa que provocó una visible frustración en el expresidente. Trump, por su parte, mantuvo su narrativa no comprobada, declarando: “Hay mucha evidencia. Solo hay que mirarla.”
El aborto, uno de los temas más polémicos de la noche, mostró las visiones claramente opuestas de los dos candidatos. Harris condenó las prohibiciones del aborto a nivel estatal y prometió luchar por un derecho federal al aborto, mientras que Trump, cuando se le insistió, se negó a comprometerse a vetar una prohibición nacional del aborto.
“No tendré que hacerlo”, sugiriendo que ese proyecto de ley nunca pasaría. Cuando se le señaló que su compañero de fórmula, el senador JD Vance, afirmó que Trump vetaría ese proyecto, Trump respondió: “No lo discutí con JD”, añadiendo que no le importaba si Vance tenía una opinión diferente.
El debate también abarcó la política exterior, con Harris criticando la postura de Trump sobre la guerra entre Rusia y Ucrania. Advirtió que una victoria rusa podría alentar al presidente Vladimir Putin a invadir otros países, incluidos Polonia, mientras que Trump se centró en lograr la paz a través de negociaciones, sin llegar a pedir una victoria ucraniana.
Harris continuó su dura crítica a Trump, afirmando: “He viajado por el mundo como vicepresidenta de los Estados Unidos, y los líderes mundiales se están riendo de Donald Trump.” Añadió que los líderes militares, incluidos algunos que habían trabajado con Trump, lo describieron como “una vergüenza.”
Trump afirmó haber salvado la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (ACA), a pesar de los esfuerzos de su administración por derogarla. Harris respondió destacando la expansión de la ACA bajo la presidencia de Biden. Mientras tanto, en cuanto a la economía, Trump culpó a la administración Biden por “la inflación más alta” en la historia de los EE.UU., una afirmación que fue desmentida en vivo, ya que se registraron tasas de inflación más altas en la década de 1980.
Trump ha prometido llevar a cabo “deportaciones masivas” de inmigrantes ilegales si es reelegido, mientras que la plataforma republicana de 2024 incluye planes para completar el muro fronterizo, enviar más fuerzas del orden a la frontera sur y aumentar las penas para la inmigración ilegal. Por el lado demócrata, Harris, basándose en su experiencia como fiscal en un estado fronterizo, ha prometido revivir el proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza que los republicanos del Senado bloquearon en mayo. El proyecto de ley apoyado por Biden tenía como objetivo frenar los cruces fronterizos ilegales, aumentar los requisitos de calificación para el asilo y otorgar al presidente la autoridad para cerrar la frontera si los niveles de inmigración superaban cierto umbral.
En ese contexto, Trump repitió una falsa conspiración sobre inmigrantes robando y comiéndose a las mascotas, una afirmación que recientemente ha traído críticas a su compañero de fórmula, JD Vance. “En Springfield, se están comiendo a los perros, las personas que llegaron, se están comiendo a los gatos. Se están comiendo las mascotas de las personas que viven allí,” dijo Trump. David Muir, de ABC News, intentó corregirlo, citando a un funcionario de Springfield, Ohio, quien afirmó que no había “reportes creíbles” de que las mascotas hubieran sido dañadas o abusadas por inmigrantes. Sin embargo, Trump mantuvo su afirmación, citando entrevistas televisivas en las que supuestamente las personas dijeron que sus mascotas habían sido tomadas para alimento.
El debate obtuvo un rating de 32.8 y una cuota de pantalla de 70 en ocho cadenas. Eso es un 28% más que el debate Trump-Biden de principios de este año. NBC y otras cadenas están listas para presentar una revancha entre Harris y Trump en octubre. La responsabilidad de aceptar recae en Trump.