El Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles está investigando un caso reportado de infección por el virus de hepatitis A en un empleado de Buffalo Wild Wings, ubicado en 4000 Market Place, Monterey Park. Las autoridades están instando a los clientes que consumieron alimentos o bebidas en el restaurante entre el 13 y el 22 de noviembre de 2024 a vacunarse si no son inmunes y a estar atentos a los síntomas.
Aunque no se han identificado otros casos, la investigación continúa. Las autoridades recomiendan que cualquier persona que haya comido o bebido en el restaurante durante el período especificado y que no haya recibido la vacuna contra la hepatitis A o no haya tenido una infección previa, se vacune lo antes posible, preferiblemente dentro de los 14 días posteriores a la exposición, para reducir el riesgo de enfermedad. Los residentes pueden obtener la vacuna en farmacias locales o a través de sus proveedores médicos.
Buffalo Wild Wings está colaborando con Salud Pública para garantizar que los empleados que no sean inmunes reciban la vacuna.
La hepatitis A es una infección del hígado altamente contagiosa causada por el virus de la hepatitis A. Los síntomas pueden variar de leves a graves e incluyen fiebre, náuseas, debilidad, pérdida de apetito, ictericia (piel o ojos amarillos), dolor abdominal, vómitos, orina oscura, heces pálidas y diarrea. Aunque la enfermedad suele resolverse en pocas semanas, puede causar complicaciones graves, especialmente en adultos mayores o personas con sistemas inmunológicos debilitados.
El virus generalmente se transmite a través de alimentos o bebidas contaminados. La vacunación es la mejor medida preventiva, y en algunos casos, se puede recomendar inmunoglobulina (IG) después de una exposición.
Para obtener más información o asistencia, se alienta a los clientes a comunicarse con sus proveedores de atención médica o visitar el sitio web del Departamento de Salud Pública del Condado de Los Ángeles. Salud Pública continuará monitoreando la situación para garantizar la seguridad de la comunidad.
Los brotes de hepatitis han sido una preocupación creciente en el Condado de Los Ángeles durante los últimos dos años, con las autoridades de salud pública respondiendo a múltiples incidentes relacionados con hepatitis A y B. Varios brotes se han vinculado a alimentos contaminados o malas condiciones de saneamiento, particularmente en poblaciones vulnerables, como las personas sin hogar y aquellos con acceso limitado a servicios de salud. Se han lanzado campañas de vacunación y esfuerzos de alcance comunitario para frenar la propagación, con clínicas móviles y asociaciones con organizaciones locales desempeñando un papel clave. A pesar de estos esfuerzos, el condado ha experimentado aumentos periódicos en los casos reportados, lo que subraya los desafíos continuos para gestionar y prevenir las infecciones por hepatitis.
Además, el aumento de casos de hepatitis C ha puesto de relieve el impacto del consumo de sustancias y la práctica de compartir agujas en la región. El Condado de Los Ángeles ha implementado programas de reducción de daños, como iniciativas de intercambio de jeringas y acceso ampliado a tratamientos antivirales, para combatir la propagación de la hepatitis C y sus efectos a largo plazo en la salud. Las autoridades de salud pública han enfatizado la importancia de las medidas preventivas, incluyendo la vacunación generalizada, la higiene adecuada y los exámenes tempranos, para reducir la carga de la hepatitis en el sistema de salud y proteger a las poblaciones en riesgo. El condado sigue invirtiendo en campañas de educación y concienciación pública para abordar el estigma y garantizar intervenciones oportunas para los afectados.