Con motivo de la celebración de la Navidad, el Obispo de Mexicali, Mons. Enrique Sánchez Martínez, dirigió un emotivo mensaje a la comunidad católica de la diócesis, destacando la importancia del encuentro, el diálogo y la solidaridad en medio de los desafíos actuales que enfrenta la sociedad.
En un desayuno con los medios de comunicación en las oficinas de la Diocesis de Mexicali el Obispo agradeció a los medios por su apoyo y se puso a su disposición. El obispo ha estado aquí durante un año, reemplazando a José Isidro Guerrero Macías.
El obispo recordó el significado central de la Navidad: la encarnación de la Palabra de Dios en la figura de Jesús, quien se hizo carne para dialogar con la humanidad y mostrar el camino de la esperanza. “El signo de esperanza se hizo carne”, afirmó Mons. Sánchez Martínez, subrayando que, en medio de la noche oscura, Jesús llegó para compartir los dramas humanos y romper la indiferencia.
En su mensaje, el obispo hizo un llamado a reflexionar sobre la crisis de valores que enfrenta la sociedad actual, destacando problemas globales como la degradación ambiental, la pobreza, la migración forzada, los conflictos bélicos y la crisis de liderazgo. También se refirió a la realidad local en Baja California, señalando la violencia, la inseguridad y la pobreza como signos de esta crisis que afectan directamente a las familias y comunidades.
Mons. Sánchez Martínez invitó a los fieles a adoptar tres actitudes clave frente a la llegada del Salvador: acoger al Señor con humildad, siguiendo el ejemplo de los pastores que fueron los primeros en recibir la noticia del nacimiento de Jesús; reconocer la acción de Dios en la historia actual, aceptando que la humanidad sigue recibiendo la visita de Dios a través de la caridad de los cristianos en el mundo; e imitar a Cristo recién nacido, viviendo el amor y la misericordia del Padre, especialmente en el servicio a los demás y en la entrega amorosa a la voluntad de Dios.
El obispo compartió una oración en la que pidió por la paz mundial, el bienestar de las familias y el consuelo de las víctimas de la violencia, los migrantes, los enfermos y los presos. Rogó a Dios por la unidad de las familias y la protección de los derechos de los más vulnerables, especialmente las mujeres, los niños y los ancianos.
Finalmente, Mons. Sánchez Martínez expresó sus mejores deseos para la Navidad y el Año Nuevo 2025. “Que el nacimiento de Jesús, el Príncipe de la Paz, encienda el amor y la esperanza en nuestros corazones, en nuestras familias, comunidades, ministerios y en nuestro mundo”, concluyó.
Con este mensaje, el obispo de Mexicali recordó a la comunidad la importancia de abrir el corazón a la esperanza, la caridad y la fe, especialmente en tiempos de incertidumbre. La Navidad, señaló, es un llamado a la solidaridad, el diálogo y el amor, valores esenciales para transformar la sociedad y construir un mundo más justo y humano.