Ardaniel Arnell Roberson fue sentenciada a tres años de prisión seguidos de 18 meses de supervisión obligatoria por su participación en una operación significativa de contrabando con drones en la prisión estatal de Calipatria. La operación, que se extendió durante varios meses e involucró la introducción de sustancias controladas y otros contrabandos en la prisión, culminó con el arresto de Roberson y su declaración de culpabilidad a varios cargos de felonía.
La investigación sobre las acciones de Roberson comenzó en febrero de 2024 después de que se descubrieran paquetes sospechosos que contenían sustancias ilegales dentro de la prisión estatal de Calipatria. El 27 de febrero de 2024, se encontró un paquete en un área segura de la prisión, sospechoso de haber sido dejado por un drone. Dentro del paquete se hallaron elementos como cera de THC sospechosa, tabaco y otros contrabandos.
El oficial de correcciones Francisco Burgueno, quien lideró la investigación, trabajó en estrecha colaboración con la Oficina del Fiscal del Condado de Imperial y otras agencias de la ley para rastrear el origen de estos paquetes. Un segundo paquete similar fue encontrado el 1 de marzo, y el 22 de marzo se descubrió un tercer paquete que contenía drogas peligrosas, incluyendo 52 gramos de heroína y 16 gramos de metanfetamina.
La investigación de las fuerzas del orden dio un paso significativo el 19 de abril de 2024, cuando observaron un vehículo cerca de la prisión. Un pasajero masculino salió del vehículo, lanzó un drone hacia la prisión y dejó caer un paquete que contenía más de 14 gramos de heroína, casi 60 gramos de metanfetamina y otros contrabandos. Después de que la conductora del vehículo, posteriormente identificada como Roberson, recuperó el drone, el vehículo fue detenido en un punto de control de la Patrulla Fronteriza. Aunque no se realizaron arrestos en ese momento, la investigación avanzó.
Trabajando con la Oficina del Fiscal del Condado, Burgueno y su equipo obtuvieron órdenes de arresto y de registro para Roberson y su cómplice. El 23 de mayo de 2024, Roberson fue arrestada en su casa en el condado de Los Ángeles. Durante el registro, las fuerzas del orden encontraron dos drones, 71 gramos de metanfetamina, 154 gramos de cera de THC sospechosa y materiales consistentes con las actividades de contrabando operadas por drones.
Tras su arresto, Roberson fue liberada bajo fianza pero enfrentó condiciones estrictas, incluyendo la obligación de someterse a registros de sus dispositivos electrónicos. Sin embargo, el 6 de agosto de 2024, durante una audiencia judicial, Roberson se negó a cumplir con una solicitud de registro de su teléfono, lo que llevó a la Oficina del Fiscal a solicitar su regreso a prisión. Después de una audiencia en la corte, el juez Eran Bermudez falló que Roberson había violado los términos de su liberación, y su fianza se aumentó a 1 millón de dólares.
El 11 de septiembre de 2024, Roberson se declaró culpable de cuatro cargos de felonía: transporte de heroína, distribución de metanfetamina, introducción de cannabis en una prisión estatal y conspiración para operar un drone sobre una prisión estatal. En su sentencia el 12 de diciembre de 2024, la juez Monica Lepe-Negrete impuso una pena de tres años de prisión seguidos de 18 meses de supervisión obligatoria.
El caso sirve como recordatorio de la amenaza continua del tráfico de drogas en las prisiones de California y la importancia de la colaboración entre las agencias estatales para combatir estos esfuerzos. En una declaración posterior a la sentencia, el Secretario del Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California (CDCR), Jeff Macomber, elogió los esfuerzos de la Unidad de Servicios de Investigación de la Prisión Estatal de Calipatria y sus socios. “Este arresto sirve como una advertencia firme para los traficantes de drogas de que trabajaremos diligentemente junto a nuestros socios de la ley para garantizar que enfrenten las consecuencias de sus acciones”, dijo Macomber.