Related Articles
Voto Latino, The Leadership Conference on Civil and Human Rights, LCLAA y MoveOn se unen a organizaciones de justicia social y laboral para liderar protesta
WASHINGTON – Voto Latino, el Congreso de Liderazgo sobre Derechos Civiles y Humanos, MoveOn, la Unión Internacional de Empleados de Servicio, el Consejo Laboral para el Avance Latinoamericano y la Federación Estadounidense de Maestros organizaron una reunión conjunta con una coalición de grupos nacionales de derechos civiles y prevención de la violencia armada el martes 6 de agosto a las 12:00 p.m. ET en Lafayette Square en Washington, D.C. Los grupos exigieron que Donald Trump cese sus ataques racistas e inductores de violencia contra los latinos, inmigrantes y comunidades de color, e instan al Senado a aprobar la HR 8 , una Ley de Verificación de Antecedentes Bipartidista ya aprobada por la Cámara.
“El número de tiroteos masivos en Estados Unidos en 2019 actualmente está configurado para superar el número de días de este año, llegando a 251 a partir del domingo, con más de 100 personas disparadas solo en la última semana. Muchos de estos ataques, desde El Paso y la Sinagoga del Árbol de la Vida en Pittsburgh hasta el estacionamiento de Kroger en Kentucky y el club nocturno Pulse en Orlando, son el resultado directo de la ideología venenosa supremacista blanca avivada por este presidente”, dijo la organización. “La masacre de El Paso fue el segundo ataque más mortal llevado a cabo por un supremacista blanco desde el atentado de Oklahoma City”.
La tragedia de este fin de semana marca la mayor masacre de latinos por disparos en un incidente doméstico basado en el odio dentro de la historia moderna de los Estados Unidos. Los ataques en El Paso, Texas y Dayton, Ohio, mataron a más estadounidenses en 24 horas que el número de tropas estadounidenses asesinadas en Afganistán en 2017 y 2018 combinados. A principios de la misma semana, el alboroto del Festival del ajo de Gilroy cobró la vida de tres jóvenes inocentes, incluyendo a un niño de 6 años.
La organización afirma que el impacto de la retórica y las políticas racistas de Trump no se puede ignorar cuando los supremacistas blancos, muchos de los cuales lo nombran en sus ataques y lo citan en sus manifiestos de odio, asesinan a personas inocentes de color. No es suficiente que los líderes republicanos en el Congreso ofrezcan pensamientos y oraciones, ni deben culpar repetidamente de la violencia armada a la enfermedad mental, un símbolo infundado y dañino. Deben denunciar inequívocamente esta violencia, aprobar leyes para detenerla y evitar el surgimiento de la supremacía blanca.
