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-Editorial
La Universidad Estatal de San Diego, campus Valle Imperial (SDSU-IV) y el Border Institute of Contemporary Art le dio la bienvenida a la comunidad el miércoles en la Galería de Arte Steppling para la inauguración de El Pintor de la Frontera: El Arte de Carlos Coronado Ortega, una exposición retrospectiva que celebra la vida y obra de este pionero artista de Baja California.
Curada a partir de la colección privada de Arturo Selwick, amigo cercano y gran impulsor del artista, la muestra presenta una diversa selección de obras que abarcan más de seis décadas de la prolífica carrera de Coronado Ortega. Desde composiciones abstractas hasta piezas realistas e impresionistas, la exposición incluye pinturas, relieves, ensamblajes y esculturas.
Carlos Coronado Ortega, cuya visión artística ha dado forma a espacios culturales a lo largo de la frontera, es ampliamente reconocido por sus murales vibrantes y su exploración de la identidad fronteriza. Entre sus obras públicas más notables se encuentran Los Primeros Pasos en la Biblioteca Pública de Mexicali (1974) y Un Siglo Fértil en la Plaza Centenario de Mexicali (2004), ambas consideradas hitos visuales clave en Baja California.
El artista, quien ha vivido y trabajado en Mexicali desde 1966, se inspira en su herencia y en los paisajes desérticos que definen a las regiones de Baja California y Sonora. Nombrado El Pintor de la Frontera por Selwick, la obra de Coronado Ortega refleja temas de movimiento, origen y forma.
Coronado Ortega estudió en la Academia de Pintura de la Universidad de Sonora en Hermosillo y continuó su formación en La Esmeralda, la Escuela Nacional de Artes Plásticas de México. Con más de 60 exposiciones individuales en Baja California, California, Arizona y Panamá, sigue siendo una de las figuras más influyentes del arte en la región.
La exposición fue posible gracias a Nissim Ouzan, nieto de Selwick, artista emergente y también hijo del fallecido exalcalde de Calexico, David Ouzan.
“Mi abuelo siempre nos inculcó la cultura, especialmente a través de su relación con Coronado. Crecer rodeado de obras de arte reales y poderosas influyó directamente en el camino que hoy sigo como artista,” comentó Ouzan.
El camino de Selwick hacia el Valle Imperial estuvo marcado por la resiliencia y un compromiso por construir un futuro mejor. Huérfano desde temprana edad, salió del orfanato a los 18 años y se enlistó en el ejército, donde sirvió en Italia. Tras su servicio, regresó a Estados Unidos y estudió farmacéutica en la Universidad de Arizona. Su carrera lo llevó eventualmente al Valle Imperial, donde desarrolló un profundo aprecio por la cultura y la comunidad de Mexicali y Calexico. Fue ahí donde conoció al artista Carlos Coronado Ortega, dando inicio a una amistad y colaboración artística que duraría toda la vida.
Según Ouzan, Selwick conoció al artista mientras Coronado Ortega trabajaba en un mural para el Hotel Lucerna en Mexicali a finales de los años 60. “Mi abuelo fue al Lucerna y vio a Coronado pintando. Quedó fascinado. Lo invitó a venir a Calexico y le encargó su primer mural—una parte del cual se exhibe ahora en esta galería.”
La amistad entre ambos floreció con el paso de las décadas. “Se mantuvieron en contacto durante toda su vida. Al principio, mi abuelo le encargaba piezas específicas, pero con el tiempo confió en la visión de Coronado y simplemente visitaba su estudio para adquirir nuevas obras.”
Más allá de su pasión por el arte, Arturo Selwick dejó un legado de filantropía silenciosa y compromiso cívico. “Ayudó a muchas organizaciones sin fines de lucro y escuelas en Calexico,” señaló Ouzan. “Siempre nos enseñó que dar debe venir del corazón, sin necesidad de hacerlo público.” Selwick también formó parte de la Comisión de Planificación de la ciudad y fue recordado con cariño como “el hombre de la bicicleta,” ya que prefería ir a trabajar pedaleando todos los días en lugar de usar un automóvil.
Hoy como artista, Ouzan reconoce la influencia tanto de su abuelo como de su padre en el desarrollo de su espíritu creativo. “He estado pintando desde niño,” compartió. “Hace unos diez años comencé a hacerlo de forma profesional, y estar rodeado de la colección de mi abuelo fue clave. Mi padre siempre me impulsó a seguir lo que verdaderamente amo.”
La exposición estará abierta al público los martes, jueves y viernes, de 9:00 a.m. a 11:30 a.m., del 17 de abril al 1 de mayo.