Por: Ellie Burgueño
Hay personas cuya historia trasciende después de la muerte, quizás esto sucede cuando alguien logró realizar sus añorados sueños o cumplir su propósito de vida, porque es entonces cuando todo lo que se hace se hace con pasión y con fe, elementos necesarios para poder dejar una huella imborrable en el mundo, tal es el caso de Walter Elías Disney, el creador de Disneyland.
Pensando en un personaje en quien pudiera basar mi historia inspiracional de inicio de año, vinieron a mi mente varios personajes, pero el más significativo y transcendental, sin duda, fue el gran Walt Disney.
Y es que Walter Elías Disney, quien nació el siglo pasado en un 5 de diciembre de 1901, no fue solo un gran empresario, quien se convirtió en un magnate de la animación y de las producciones más famosas de los últimos tiempos, sino fue una persona quien decidió ir mucho más allá, habiendo encontrado la forma de capitalizar su gran talento.
Lo más impresionante de Walt, no es el hecho de haber encontrado gran éxito en su carrera profesional, sino como fue capaz de superar varios fracasos que incluso lo llevaron hasta a vivir en las calles y comer lo que estuviera disponible, lección de vida que representó en su frase cuando decía que muchas veces tuvo éxitos artísticos, pero fracasos financieros.
Sus origines humildes dentro de un hogar donde fue el cuarto hijo de cinco, lo hicieron que despertara en él el hambre de éxito, y tras no ser muy dedicado a la educación secular decidió perseguir sus aspiraciones artísticas como caricaturista y animador, para después de varios intentos fallidos, crear el gran personaje que lo llevaría a la cima del éxito: el ratón Mickey Mouse.
Fue en una granja cerca de Marceline, Missouri, donde creció el amor de Walt por los animales y pronto se interesó en el dibujo, vendiendo sus primeros bocetos a los vecinos cuando solo tenía siete años.
Durante el otoño de 1918, Disney intentó alistarse para el servicio militar. Pero tras ser rechazado porque solo tenía 16 años, Walt falsificó su acta para unirse a la Cruz Roja y fue enviado al extranjero, donde pasó un año conduciendo una ambulancia y moviendo a funcionarios de la Cruz Roja. Su ambulancia estaba cubierta con dibujos de su creación.
Después de la guerra, Walt regresó a Kansas City, donde comenzó su carrera como dibujante publicitario. Aquí, en 1920, creó y comercializó sus primeras caricaturas animadas originales, y más tarde perfeccionó un nuevo método para combinar acción en vivo y animación.
Walt Disney comenzó su carrera en animación con la Kansas City Film Ad Company en Missouri en 1920. Y en 1922, Disney y su amigo Ub Iwerks, un talentoso animador, fundaron el estudio Laugh-O-gram Films en Kansas City y comenzaron a producir una serie de dibujos animados basados en fábulas y cuentos de hadas.
Tras el fracaso de su primera aventura empresarial “Laugh-O-gram Films” en Kansas City, y con 40 dólares en la bolsa, junto con un maletín que llevaba una película animada y de acción en vivo completa y un puñado de fe, Walt Disney se mudó a Hollywood en tren desde Kansas City para perseguir sus sueños en Hollywood, y logró establecer con su hermano Roy, “Disney Brothers Studio”; tras conseguir un contrato para “Las comedias de Alicia”, una serie en la que una joven filmada en acción en vivo interactúaba con personajes animados.
Su viejo equipo de trabajo de Kansas lo siguió a Hollywood y lograron la invención de personajes de dibujos animados como Mickey Mouse, Donald Duck, Minnie y Goofy, combinados con el uso inteligente de la música, el sonido y el material popular (como en Los Tres Cochinitos), hicieron que los cortos de Disney de la década de 1930 tuvieran éxito en todo el mundo.
En esta misma época, en el verano de 1935, Walt y Roy Disney viajaron con sus esposas a Nueva York y abordaron el lujoso crucero Normandie para comenzar su “gran gira” por Europa por un periodo de dos meses. Sin duda, este viaje marcó la pauta para lo que sería su progreso y su creciente fama, con la influencia que marcó sus tres siguientes décadas, las películas que produjo, los artistas que contrató y las ideas que uso en el diseño del parque temático Disneyland, que abrió sus puertas al público el domingo 17 de Julio de 1955.
Cuando los Disney volvieron de Europa no regresaron con las manos vacías. Trajeron con ellos un total de 335 libros con fabulas, historias y cuentos de la antigua Europa, de los cuales 90 eran de Francia, 81 de Inglaterra, 149 de Alemania y 15 de Italia. Estos libros contenían ilustraciones hechas por los artistas más destacados de su época, y algunas de estas historias no eran las bellas historias de cuentos de hadas mundialmente conocidas, eran historias horrendas de terror que fueron rediseñadas bajo la dirección, imaginación y creatividad de Walt y su equipo, logrando transfórmalas en atractivos cuentos inocentes de hadas para niños que se hicieron rápidamente populares en todo el mundo.
Este éxito llevó al establecimiento de las actividades secundarias enormemente rentables y controladas por Disney en publicidad, publicaciones y comercialización.
Indiscutiblemente, Walt Disney poseía un gran talento, David Low, el fallecido dibujante político británico, lo llamó “la figura más importante en artes gráficas desde Leonardo”. Un pionero e innovador, y poseedor de una de las imaginaciones más fértiles que el mundo haya conocido. Walt Disney, junto con los miembros de su equipo, recibió más de 950 honores y citas de todo el mundo, incluyendo 48 Academy Awards® y 7 Emmys® en vida.
Los premios personales de Walt Disney incluyeron títulos honoríficos de Harvard, Yale, la Universidad del Sur de California y UCLA; la Medalla presidencial de la libertad; Decoraciones de la Legión de Honor de Francia y del Oficial de La Academia; La Orden de la Corona de Tailandia; La Orden de la Cruz del Sur de Brasil; La Orden del Águila Azteca de México; y el Premio Showman of the World de la Asociación Nacional de Propietarios de Teatro.
Disneyland, lanzado en 1955 como un fabuloso Mundo Mágico de $17 millones de dólares, pronto aumentó su inversión diez veces y entretuvo, en su cuarta década, a más de 400 millones de personas, incluyendo a presidentes, reyes y reinas y realeza de todo el mundo.
Pionero en el campo de la programación televisiva, Disney comenzó a producir en 1954 y fue uno de los primeros en presentar una programación a todo color con su Wonderful World of Color en 1961. El Mickey Mouse Club y el Zorro fueron favoritos popularmente en la década de 1950.
Disney también dirigió la compra de 43 millas cuadradas de tierra en el centro del estado de Florida. Aquí, el maestro planeó un nuevo mundo de entretenimiento de Disney para incluir un nuevo parque temático de diversiones, un centro vacacional con hotel y su Comunidad Prototípica Experimental del Mañana. Este sitio ideal fue nombrado Walt Disney World, y abrió sus puertas al público como estaba previsto el 1 de octubre de 1971.
Muchas son las cosas que se pudieran decir de Walt Disney, pero entre las más populares esta la que es una leyenda, un héroe popular del siglo XX. Y lo más fascinante de este éxito explosivo y popularidad mundial fue basado en las ideas que representa su nombre: imaginación, optimismo y éxito propio en la tradición estadounidense.
Como lo comentó el día de la inauguración de su parque soñada que nació en una idea al llevar a sus hijas a pasear 17 años antes de su inauguración, cuando los sábados por la tarde comía cacahuates mientras las veía jugar e imaginaba un lugar de entretenimiento donde niños y padres pudieran divertirse juntos: “Este es un lugar dedicado a los ideales, los sueños, y los datos duros que han creado a América” dijo Disney en su inauguración.
Walt falleció el 15 de diciembre de 1966 a causa de un cáncer de pulmón causado por su adicción al tabaco desde muy temprana edad. El telón se cerró ese día para el gran inspirador de los sueños de muchas generaciones.
Walt Disney hizo más para tocar los corazones, las mentes y las emociones de millones de estadounidenses que cualquier otro hombre en el siglo pasado. A través de su trabajo, trajo alegría, felicidad y un medio de comunicación universal para las personas de cada nación, donde no solo todos encontraron una lengua en común a través de los dibujos animados que hicieron la vida de muchos niños y adultos de todo el mundo más amena.
Ciertamente, con mucha dificultad nuestro mundo podrá conocer a otro Walt Disney, un hombre cuya vida sigue siendo el ejemplo que muchos soñadores quieran alcanzar, y quien mostro a través de su ejemplo que ser bueno también puede llegar a ser un gran negocio.