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Por: Dr. Alejandro Diaz-Bautista, Economista (Ph.D.)
Joe Biden se convertirá en el presidente número 46 de Estados Unidos después de derrotar a Donald Trump en una elección amargamente divisiva realizada en medio de la pandemia de coronavirus durante 2020.
Sin embargo, es probable que sus planes para los próximos cuatro años enfrenten el desafío de un gobierno dividido, ya que los republicanos tienen victorias clave en el Congreso. Por lo que se mantienen preguntas importantes a las que se enfrenta la economía estadounidense.
“Los temas económicos son clave para el próximo presidente de los Estados Unidos”, explicó el doctor Alejandro Díaz-Bautista, economista internacional, al igual que profesor investigador en el Departamento de Estudios Económicos (DEE) en el Colegio de la Frontera Norte (El Colef).
Durante meses, los economistas sugieren que Washington financie más alivio y paquetes de ayuda económica por la crisis del coronavirus. Pero las conversaciones han estado en un punto muerto, ya que los republicanos rechazan el tamaño de los planes de gasto presentados por los demócratas, a pesar de cierta presión de Trump para que su partido se comprometa.
Los republicanos han indicado que llegarán a un acuerdo antes de que Biden entre en el cargo, alegando una victoria final para Trump.
Se mantiene la desigualdad de ingresos en los Estados Unidos. La desigualdad aumenta al nivel más alto en más de 50 años, mientras que los liberales han presionado por impuestos más altos para los ricos, las encuestas sugieren que el plan cuenta con un amplio apoyo entre el público.
Durante la campaña, Biden pidió revertir partes de los recortes de impuestos de 2017 firmados por Donald Trump, y prometió aumentar la tasa de impuestos de las corporaciones del 21% al 28%, entre otros cambios.
El cambio climático ha traído un número creciente de incendios forestales, huracanes y otros desastres naturales. Biden tiene una mejor postura para abordar el tema del cambio climático.
En la propuesta de Biden se planea invertir 400,000 millones de dólares en investigación de energías renovables, endurecer las regulaciones de contaminación de los automóviles, tomar medidas enérgicas contra los contaminadores corporativos, construir 500,000 en estaciones de carga de vehículos eléctricos y eliminar la contaminación de carbono de las plantas de energía para 2035.
Los republicanos advierten que el plan enterrará la economía estadounidense. Pero promulgar incluso una versión limitada, o centrarse en la regulación que puede promulgar como presidente, marcaría un cambio radical con respecto a los años de Trump, cuando la Casa Blanca abrió tierras públicas a la extracción de petróleo, redujo las regulaciones y se alejó de los esfuerzos globales, como el de París.
Al igual que Donald Trump, Biden ha prometido una postura de cambio hacia China.
Se espera que continúe el USMCA o T-Mec con México y Canadá. Pero cuando se trata de China, ha prometido una acción agresiva de aranceles y pocos esperan que elimine los aranceles que impuso Trump.
