Poeta y escritora de ficción Sandra Cisneros creció en Chicago, hija única de uno de los siete hijos de un padre de origen mexicano y madre mexicano-estadounidense. De niña se trasladó con frecuencia entre Estados Unidos y México, pasó períodos en la ciudad natal de su padre, la Ciudad de México. Como lo recuerda con humor en un poema, su padre previó carreras profesionales para todos sus hijos, dirigiendo a sus hijos hacia la medicina y el derecho, pero previó que ella sería ideal trabajando como chica del tiempo en la televisión. Asistió a la Universidad de Loyola en Chicago y se graduó del Taller de Escritores de la Universidad de Iowa, lugar donde mencionó que fue donde primero se dio cuenta de que sus experiencias biculturales únicas podrían “llenar un vacío literario”.
El primer libro de Cisneros fue “Chicos Malos” (Bad Boys, 1980), un librito de poesía de Mango Publications, una pequeña editorial especializada en escritores Chicanos, y desde entonces ha publicado otros dos libros de poesía, “Mis Malvados, Malvados Caminos” (My Wicked, Wicked Ways, 1987) y “La Mujer de la Vida Alegre” (Loose Woman, 1994), ambos en los cuales se exploran formas del feminismo, la sexualidad y la identidad cultural. Sus libros de ficción incluyen “La Casa de la Calle Mango” (The House of Mango Street, 1984), que recibió el premio Antes de Colon Premio Americano del Libro y la llevó a la atención de la crítica y un público más amplio y “Mujer Hollering Creek” (1991). “La casa en Calle Mango” emplea una forma experimental, que consiste en breves bocetos e historias más largas que utilizan un protagonista central. La compresión, ritmos, y las imágenes de piezas cortas como “Barbie-Q”, son quizás lo más cercano al espíritu de la poesía en prosa como a la ficción. “Mujer Hollering Creek” utiliza otros dispositivos experimentales, incluyendo el estilo epistolar y el collage.
Cisneros ha enseñado en varias universidades, incluyendo la Universidad de California en Berkeley y la Universidad de Michigan. Ha recibido numerosos premios, entre los cuales hay una beca de la Fundación Nacional para las Artes y, en 1995, un prestigioso reconocimiento de la fundación MacArthur. Ella vive en San Antonio, donde es propietaria de una casa ubicada en el distrito histórico King William.