Por: Elton Luis Gómez, Especialista en Medicina Regenerativa.
Dos estudiantes de medicina, y un médico especialista en cardiología, están revisando a un paciente que se encuentra en una camilla, un hombre de unos 65 años. De repente, el paciente comienza a inquietarse y a gritar de dolor, y a tocarse el pecho, los estudiantes y su maestro comienzan a hacer maniobras, le preguntan al paciente que es lo que siente, pero este queda inconsciente, comienzan a dar masaje cardiaco, el cual no es efectivo, el maestro le pasa a uno una jeringa, este le clava esa jeringa al paciente en el pecho, y le inyecta el contenido, mientras otro de los estudiantes hace maniobras de resucitación, el maestro le pasa a uno de ellos un equipo desfibrilador, el estudiante lo aplica, y dice “1,2,3, todos fuera”, todos se apartan y el acciona el interruptor de las paletas, el paciente salta por la descarga eléctrica, se repite la maniobra otra vez y una vez más, hasta que el corazón del paciente vuelve a latir, el maestro felicita a sus estudiantes, presiona un botón en una consola que esta cerca, y el paciente desaparece de la plancha, tanto el maestro como sus estudiantes se quitan los visores de realidad aumentada que usan y observan la camilla, no hay nadie, ni restos de los aparatos, ni los medicamentos que utilizaron, ni del resto del material, el maestro felicita a sus alumnos, por el trabajo realizado, y les da a cada uno su calificación..
Esto que parece escena de ciencia ficción, ya es una realidad en todo el mundo, se están desarrollando aplicaciones de realidad virtual y de realidad aumentada, aplicaciones que son usadas para entrenar al personal médico y al futuro personal médico para atender a pacientes críticos, o para la enseñanza de la anatomía, sí que por ello se ponga en riesgo la integridad, ni la vida de ningún usuario de los servicios de salud, los alumnos pueden cometer errores, experimentar con ideas nuevas o maniobras nuevas para poder mejorar sus habilidades o adquirir habilidades nuevas en el camino, y así estar mejor preparados para enfrentar situaciones reales.
El cerebro humano, no distingue la realidad “virtual” o la realidad “aumentada” de la realidad “real”. Las reacciones neurológicas en todos los casos son idénticas, por lo cual las habilidades mejoradas o adquiridas por el entrenamiento en realidad virtual o aumentada, son aplicables al ejercicio profesional en un ámbito en el área de trabajo.
Hay mucho por investigar al respecto, pero ya mucho personal de cuidado a la salud está empoderándose, expertos del cuidado y ciencia médica están reimaginando y reinventando el cuidado a la salud, y reduciendo tiempos de atención gracias a esta tecnología, esta historia todavía tiene mucho por escribir.