Periodistas y comunicadores de Mexicali se congregaron para conmemorar el Día de la Libertad de Expresión en México, una fecha establecida el 7 de junio de 1951 por los editores de periódicos y el entonces presidente de la República, Miguel Alemán Valdés. Esta celebración destaca la importancia de una prensa libre e independiente como pilar fundamental de la democracia mexicana.
En el marco de la celebración anual de la Libertad de Expresión, Eva Velasco, periodista de Mexicali, pronunció discurso en nombre de los directivos de las organizaciones de periodistas de la región. Desde el monumento a Francisco Zarco Mateos, Velasco subrayó la importancia de la Libertad de Expresión y el Derecho a la Información, pilares fundamentales para una sociedad informada y democrática.
“Como periodistas y comunicadores, tenemos la responsabilidad de llevar la información desde el lugar donde se produce hasta el consumidor final, ya sea el lector, el oyente o el público en las redes cibernéticas. Estamos obligados a hacerlo con profesionalismo, siempre apegados a la verdad,” declaró Velasco ante sus colegas.
Este año, la conmemoración coincidió con un momento crucial para la política mexicana: el proceso electoral. Los periodistas de Mexicali desempeñaron un papel esencial, informando a la sociedad sobre cada etapa de las campañas y la jornada electoral del domingo pasado. Velasco destacó el profesionalismo de los reporteros, camarógrafos y comunicadores que, a pesar de las presiones políticas y gubernamentales, mantuvieron su compromiso con la verdad y la transparencia.
Sin embargo, Velasco también hizo un llamado a la reflexión sobre los desafíos que enfrenta el periodismo en México. Lamentó la persistente violencia contra periodistas y comunicadores, recordando los numerosos asesinatos que han quedado impunes desde 1983. “México sigue siendo el segundo país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo,” afirmó, citando estadísticas alarmantes de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos (FAPERMEX).
Durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, 79 personas relacionadas con la prensa han sido asesinadas, incluidos 58 periodistas. Desde el año 2000, el total asciende a 315 asesinatos. Estas cifras resaltan la urgente necesidad de protección y justicia para los comunicadores en el país.
“Ante esta realidad, es primordial que los medios de comunicación sigan vigilantes del cumplimiento de los compromisos políticos y continúen ejerciendo su libertad de expresión para confrontar y proponer soluciones a los problemas más urgentes de la sociedad,” concluyó Velasco.
El discurso fue un recordatorio de que sin libertad de prensa y expresión, no hay democracia ni nación. En Baja California, la lucha por la justicia para los periodistas asesinados, como Margarito Martínez Esquivel y Lourdes Maldonado, sigue vigente. La comunidad periodística de Mexicali se mantiene firme en su compromiso de defender estos derechos fundamentales, vitales para la convivencia y el desarrollo democrático del país.
Pedro Ariel Mendivil, director de Seguridad Pública de Mexicali, habló en el evento y declaró que mantienen una comunicación cercana con la industria de medios local y están en contacto constante para responder a cualquier situación en la que los periodistas estén en peligro o teman por su seguridad.
“Es nuestra responsabilidad proteger a la voz del pueblo y la sociedad que nos mantiene informados. Sin libertad de expresión, no hay democracia,” dijo Mendívil.
La libertad de expresión, consagrada en los artículos 6 y 7 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en el artículo 19 de la Declaración de los Derechos Humanos de 1948, es un derecho humano básico y fundamental. Es inherente a la naturaleza humana y esencial para cualquier régimen democrático. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha subrayado reiteradamente que este derecho debe ejercerse en condiciones de seguridad, facilitando el trabajo de periodistas y medios de comunicación sin temor a represalias.
La pandemia de COVID-19 ha puesto a prueba la fortaleza de los derechos fundamentales a nivel global, incluyendo la libertad de expresión. Muchos gobiernos han implementado leyes contra la desinformación que, en algunos casos, no respetan las normas internacionales de derechos humanos. La UNESCO ha emitido directrices para jueces y tribunales, destacando la necesidad de equilibrar las medidas restrictivas con la protección del derecho a la libertad de expresión.