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-Editorial
México atraviesa un momento muy crítico desde el comienzo de la pandemia, ya que una gran oleada de infecciones y muertes está afectando al país.
Las autoridades sanitarias mexicanas han dicho que tanto los casos confirmados como el número total de muertes probablemente representen un recuento insuficiente debido a la falta de pruebas generalizadas.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, dijo durante su conferencia de prensa diaria el 8 de enero que la variante Omicron es “un pequeño COVID”, y señaló que las hospitalizaciones y las muertes no habían aumentado al mismo ritmo.
México superó las 300,000 muertes por coronavirus confirmadas por pruebas la semana pasada, pero se realizan tan pocas pruebas en el país que una revisión del gobierno de los certificados de defunción eleva el número real a casi 460,000, según Associated Press.
Aún así, no todas son malas noticias. La empresa estadounidense Moderna donó 2.7 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus a México el sábado.
Las autoridades mexicanas dieron la bienvenida a la llegada del envío al aeropuerto de Toluca, justo al oeste de la Ciudad de México, y dijeron que las vacunas se utilizarán para inocular a los maestros.
Los maestros en México ocuparon el segundo lugar después de solo los trabajadores de la salud en ser vacunados en la primavera.
El gobierno de EE. UU. ha comprado 200 millones de dosis adicionales de la vacuna contra el COVID-19 de Moderna, incluida la opción de comprar otras vacunas candidatas contra el COVID-19 de la tubería de Moderna.
Esta compra eleva el compromiso de pedido confirmado del gobierno de EE. UU. a 500 millones de dosis, incluidas 110 millones de dosis que se espera entregar en el cuarto trimestre de 2021 y 90 millones que se espera entregar en el primer trimestre de 2022. Moderna ha suministrado mas de 217 millones de dosis entregadas de la vacuna al gobierno de los Estados Unidos.
