Por: Arq. Victor Hermosillo, Senador en México
Termina el año y nos acercamos también al final de otro sexenio en México, un momento en donde la esperanza y las promesas se renuevan, aunque los problemas en nuestro país sigan siendo los mismos: la corrupción, impunidad y la inseguridad. Además, ahora lidiamos con un vecino hostil y con la incertidumbre de que nuestro acuerdo comercial más importante, el TLCAN, pueda terminar.
Los retos para México son muchos y muy complejos, la vuelta del PRI en 2012 superó las expectativas más pesimistas, pues la violencia en este sexenio es la más alta desde que se tiene registro con un aumento del 55 por ciento en los últimos 5 años, de acuerdo con cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Cada hora tres mexicanos son asesinados y 2017 se coronó como el año más violento con 22 mil personas asesinadas hasta el mes de noviembre.
El gobierno de Peña Nieto decidió abandonar la implementación de los grandes temas aprobados en el Congreso como la reforma educativa; no hubo voluntad para hacer algo por las universidades que viven una crisis de recursos, con cada vez menos espacio para recibir estudiantes y con dificultad para elevar los niveles de calidad.
Sucedió lo mismo con la política exterior, recordemos que en 5 años hemos tenido 5 embajadores en Estados Unidos, 3 secretarios de Relaciones Exteriores y hasta 1 año después de haber tomado protesta como presidente, Peña Nieto visitó la Unión Americana. No cabe duda que se descuidó la comunicación con Obama y Estados Unidos, pero lo peor estaba por venir cuando se invitó a Trump a Los Pinos (la casa presidencial en México), lo que congeló la relación con Barack.
Sepan que a los mexicanos lo que más nos interesa es que se combata la corrupción, la violencia y mejoren las condiciones económicas. A quien nos de la mayor certeza de que será así, deberá ser elegido presidente en 2018, cuando se votará por presidente de México, representantes en el Congreso de la Unión, gubernaturas en 9 entidades y cientos de ayuntamientos, en total 3 mil 326 cargos.
Los mexicanos no podemos permitir la continuidad del PRI, ya se le otorgó una oportunidad en 2012 y no merecen otra en 2018. Aunque nominen a alguien externo, la corrupción y las mañas de su partido tocan toda su estructura y justo eso es lo que tiene amarrado a México.
Por otro lado, López Obrador no ofrece un cambio verdadero, sino el regreso al pasado, al PRI de los años 70 donde la exaltación del patriotismo, el populismo y el miedo al exterior impedían el crecimiento de nuestro país.
Por último, muchos afirmaron que no se podría conformar el bloque que agrupa al PAN, PRD y MC en la coalición “Por México al Frente”, decían que no era natural la unión entre la izquierda y la derecha, pero al final se hizo realidad una opción muy atractiva que hoy gobierna 16 entidades de la República Mexicana y 16 de las ciudades capitales más importantes de nuestro país. Su proyecto no sólo busca ganar la presidencia, sino conformar una alianza legislativa que combata la corrupción con un fiscal autónomo, reduzca la pobreza con una distribución del ingreso justa y generar las condiciones para un crecimiento económico acelerado.
El barón de Humboldt decía que “México era el país más rico del mundo”, esa idea siempre nos ha impulsado a tener grandes aspiraciones, pero también a aceptar enormes decepciones que han afectado nuestro ánimo como nación; sin embargo, con trabajo y determinación podemos hacer realidad esta visión. Este 2018 tenemos una nueva oportunidad para decidir bien, para tomar la mejor opción para México.