La Senadora por Baja California, Gina Andrea Cruz Blackledge, manifestó que México debe dar un giro radical en su política, para aprovechar al máximo el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), y pasar de la improvisación y la utilización caprichosa de las instituciones, a establecer una planeación estratégica.
La también presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte del Senado de la República, participó en la Reunión Ordinaria del Consejo Nacional de la Industria Maquiladora y Manufacturera de Exportación (Index), que preside Luis Aguirre Lang.
Gina Cruz destacó que se requiere aprovechar las potencialidades que nos ofrece el T-MEC, para construir un legado económico y de patrimonio nacional para las nuevas generaciones.
“El gobierno actual debe cambiar a la brevedad, porque con sus acciones, cada vez está causando mayores daños que beneficios.”
Debe apostar por la planeación estratégica en lugar de basarse en la improvisación, por la pluralidad en lugar de la cerrazón, aseveró la Senadora por Baja California.
“El T-MEC nos obliga a abrirnos a la competencia y a mejorar nuestras prácticas públicas en favor del comercio internacional y la fortaleza de nuestro sector productivo. Hoy, ante la peor pandemia en un siglo, tenemos el reto de atraer las inversiones del mundo hacia la región de América del Norte y principalmente hacia nuestro país.”
Señaló que una oportunidad como esta no volverá, porque las inversiones y los proyectos que no se den en México, se darán en otros países o en otros marcos institucionales como la recién firmada Asociación Económica Integral Regional, la cual es el acuerdo de libre comercio más grande del mundo por el tamaño de sus economías, que comprenden a China, Japón, Australia, Corea.
En el ámbito ambiental, vamos en contrasentido de lo que manda el T-MEC y esto puede ocasionar serios problemas en la relación con nuestros socios comerciales, quienes podrían acudir a instancias internacionales ante medidas unilaterales como la cancelación de proyectos de energías renovables.
El cumplimiento de la Ley, lo que los estadounidenses llaman “The Law Enforcement” es crucial para que el Estado mexicano tenga credibilidad plena ante las otras partes del tratado, pero hoy la Ley y las instituciones se utilizan de manera caprichosa y sesgada para perseguir opositores y premiar a los leales.
Para una implementación exitosa es indispensable dar certidumbre a los inversionistas, respetar los contratos y hacer valer el Estado de Derecho.
Sin embargo, todo ello se ha vulnerado en México con la cancelación de proyectos como el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México o la planta de Constellation Brands en mi estado Baja California.
Con estas acciones, estamos ahuyentando las inversiones y causando una gran molestia entre los empresarios de los países de la región.
“Se necesita de gobiernos abiertos y transparentes, que den certeza de su actuar y que tengan objetivos y metas claras y definidas.”
Pero el gobierno federal se ha empeñado en improvisar y en apostar por proyectos de inversión carentes de directrices transparentes y claras, sin estudios de impacto ambiental o de costo beneficio.
Hoy, las compras gubernamentales son de cerca del 80 por ciento adjudicaciones directas o invitaciones restringidas, lo que genera opacidad y corrupción.