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Por: Lic. Jaime Israel Davila Gomez, Abogado
Uno de los momentos más interesantes al emprender es la creación o elección de un nombre. Para esto siempre se toma en cuenta a la mercadotecnia, sin embargo, el derecho también debería entrar en juego para asegurarnos que el nombre pueda ser registrado como marca en algún momento.
¿Qué se debe tomar en cuenta? Se tiene que tener presente que las palabras genéricas o descriptivas no puede registrarse como marca y que las marcas previamente registradas pueden ser obstáculo. Las palabras genéricas se utilizan para designar el producto o servicio de que se trata, por lo tanto no podemos registrar “despacho” para servicios legales o “bicicleta” para vender bicicletas. Las descriptivas son las que nos indican características directas del producto o servicio de que se trata; en este caso podemos dar el ejemplo de la palabra “cremosa” para crema o “servicios publicitarios” para una agencia de publicidad (por indicarnos el tipo de servicio).
En relación a las marcas registradas, tenemos que antes de elegir un nombre para nuestro proyecto vale la pena realizar una búsqueda fonética (tanto en la página del IMPI como en buscadores como Google y en redes sociales como Facebook) para saber si el nombre ya se encuentra registrado y para qué productos y/o servicios o si se encuentra en trámite.
Cabe destacar que si encontramos alguna marca igual o idéntica en nuestra búsqueda no es motivo para no obtener nuestro registro pues se tiene que ver si lo encontrado es para productos o servicios parecidos o similares (si no lo es no hay tanto problema) y considerar otras cuestiones como el país donde se utiliza la marca, pues los derechos de esto tipo son para cada país.
Por último, los impedimentos señalados no son los únicos, sin embargo, si son los más comunes y los que en mayor medida afectan al emprendedor para lograr una protección adecuada.
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