Por: Dr. Elton Gomez, especialista en medicina regenerativa.
Una leyenda, en el sentido literario, es una narración de un ahecho real o imaginario adornado con elementos fantasiosos, que puede ser transmitida de forma oral inicialmente y posteriormente escrita.
En el género de leyendas, existen las leyendas de seres humanos inmortales, o que han sido extremadamente longevos, prácticamente en cada cultura, como por ejemplo: Uruk, maestro y consejero del Rey Gilgamesh, quien fue la primera referencia histórica a un ser humano inmortal, la leyenda de Uruk simplemente reza así “era una persona normal, solo que no podía, ni envejecer, ni morir” y de ahí encontramos más inmortales, que serían demasiados para comentarlos todos en el presente artículo, desde los monjes tibetanos que dicen haber vivido miles de años, Koshkei “el inmortal” del folklore ruso, las nueve mujeres inmortales de Enkidu, Karún de la cultura etrusca, Veles, de la eslava, El conde de Saint Germain, Apocalipsis y Salvage Vandal, de los universos Marvel y DC respectivamente y las muchas leyendas de criaturas como los vampiros y hombres lobo, que son en esencia, seres inmortales.
Asimismo, se habla de objetos, artefactos o lugares capaces de conceder la inmortalidad a cualquier persona, como el cabello de Rapunzel en la película “Enredados” la fuente de la juventud eterna, buscada por Ponce de León en una expedición en la florida, o la mítica “piedra filosofal” buscada por Nicolas Flamel y otros alquimistas de la edad media.
Sin embargo, aunque el anhelo de inmortalidad inconsciente del ser humano se ha manifestado en todas esas formas, nunca se ha logrado un acercamiento real a la idea de que una persona pudiese llegar a esa meta hasta ahora.
Son cada vez más los científicos que creen que el envejecimiento biológico es una enfermedad, ya que existen mecanismos que lo evitan actuando de manera normal en cada organismo, mecanismos que sin embargo con el tiempo van perdiendo efectividad y van dejando de funcionar, apagándose paulatinamente, hasta que se llega al estado de deterioro que nos es familiar conocido como “vejez”, la decadencia de las funciones físicas y mentales que todos asumimos como algo normal y por lo tanto, inevitable.
Pero a través de la historia, se han ido identificando los marcadores del envejecimiento biológico (acortamiento telomérico, inestabilidad genómica, comunicación intercelular alterada, alteraciones epigenéticas, senescencia celular, disfunción mitocondrial, desregulación nutricional y perdida de la proteostasis entre otros ) y los factores que los contrarrestan, mediante el conocimiento de estos datos pueden llevare acabo intervenciones mediante las cuales se puede lograr, no la inmortalidad, pero si un periodo de juventud más largo dentro de una vida más longeva.
En todo el mundo, hay personas y equipos dedicados a desentrañar los secretos del envejecimiento biológico, y en varios lugares están llegando a la misma conclusión: No hay razón biológica alguna que evite el frenar el envejecimiento y alargar la vida humana.
En concluso, podría ser que algún día, gracias a la edición de genes, los factores de Yamanaka, las mejoras en higiene y nutrición, los inmunoreguladores, o implemento con una pastilla que tomemos diariamente, podamos llevar vidas extremadamente largas y felices. Muchas gracias.