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-CUANDO EL USO DE SUSTANCIAS LEGALES CONDUCE A UNA CONDUCTA ILEGAL
Por: Verónica Henderson, Abogada
Recientemente, la posesión personal y el uso de marihuana se han vuelto legales en ciertos estados de los Estados Unidos, incluyendo California. Sin embargo, eso no significa que su uso sea legal en todas las circunstancias. Al igual que con el alcohol, los menores (definidos como personas menores de 18 años) no pueden usar marihuana legalmente. Exponer a los niños a la marihuana, como fumarla en su presencia, puede ser la base para retirar a los niños de la custodia de sus padres e incluso poner fin a los derechos de los padres. Además, incluso si un padre no está utilizando personalmente la sustancia, un niño aún puede considerarse en riesgo. Al promulgar ciertos estatutos, la Legislatura de California ha expresado su intención de mantener a los niños fuera de un hogar donde podrían estar sujetos a los efectos negativos del abuso de sustancias. Estas leyes no contemplan la legalidad de las sustancias, ni requieren una acción intencional o voluntaria por parte de los padres. Por ejemplo, incluso si un padre no ingiere marihuana de forma voluntaria fumando, sino que lleva a un niño a un lugar donde otros la fuman, exponiendo así al niño a la sustancia, se considera que el padre es igualmente culpable. La provisión de un ambiente hogareño libre de los efectos negativos del abuso de sustancias es una condición necesaria para la seguridad, la protección y el bienestar físico y emocional del niño.
Del mismo modo que exponer a los niños a la marihuana es ilegal, conducir bajo la influencia de la marihuana es ilegal. Aunque es difícil determinar en qué niveles una persona se ve demasiado afectada para conducir un vehículo, ingerir marihuana afecta adversamente las habilidades necesarias para conducir un vehículo con seguridad. Las leyes relacionadas con la conducción bajo la influencia no crean excepciones para las sustancias legales, y los individuos serán procesados si hay indicios de deficiencia cognoscibles.
Los medicamentos recetados presentan problemas similares. Todos los días, a las personas se les recetan analgésicos legalmente para hacer frente a las enfermedades y dolencias físicas. Estos medicamentos brindan alivio efectivo y son seguros cuando se usan de acuerdo con las instrucciones de los médicos. Sin embargo, no todos los que toman medicamentos recetados siguen estas instrucciones. La adicción a opiáceos está en aumento en nuestra región y en nuestros países en general. Aunque no se ingiere a través del tabaquismo, los niños pueden tener acceso a estos medicamentos. Tragar incluso una pastilla podría ser letal para un niño.
Aquí, la pregunta no es si la marihuana u otras sustancias legales son dañinas para quienes las toman. La pregunta más importante es si el abuso repetido y continuo de ciertas sustancias que alteran la mente plantea riesgos para la seguridad pública y especialmente para la seguridad de los miembros más vulnerables de nuestra comunidad, nuestros niños.
