Por: Dr. Alejandro Diaz-Bautista, Economista e Investigador (PhD).
El Nearshoring se ha convertido en una tendencia importante en las cadenas de suministro globales, impulsada por la necesidad de resiliencia y diversificación de riesgos. Europa del Este sirve como estudio de caso para una deslocalización exitosa. Países como Polonia ofrecen costos laborales, de transporte y de energía más bajos en comparación con Europa occidental. Su infraestructura bien desarrollada, que incluye conexiones ferroviarias eficientes y puertos modernos, los hace atractivos para las operaciones de fabricación y cadena de suministro.
La ubicación estratégica de Europa del Este en el cruce de Europa, Asia y Medio Oriente la posiciona como una puerta de entrada natural para el comercio. Esta ventaja, combinada con la membresía en la Unión Europea, crea un entorno propicio para los centros de logística y distribución.
Destinos emergentes de Nearshoring.
Más allá de Europa, países como México, Brasil y Costa Rica son los principales destinos de Nearshoring debido a costos laborales competitivos, mano de obra calificada y proximidad a los Estados Unidos. La competencia entre Estados Unidos y China sigue en 2024. En medio de la rivalidad entre las grandes potencias económicas, los responsables políticos y las empresas estadounidenses están diversificando las cadenas de suministro para proveer a las Américas. Esta medida tiene como objetivo reducir la dependencia de China y mejorar la seguridad económica.
¿Cuáles son los desafíos del Nearshoring?
El Nearshoring, si bien es ventajoso en muchos sentidos, también presenta varios desafíos. Las diferencias culturales pueden ser desafiantes. Trabajar en diferentes culturas puede generar malentendidos, brechas de comunicación y choques en los estilos de trabajo. Las empresas deben invertir en formación intercultural y sensibilidad para cerrar estas brechas.
Las diferencias de idioma pueden obstaculizar la comunicación efectiva, afectando la colaboración, la productividad y la calidad.
Los destinos de Nearshoring pueden tener una infraestructura menos desarrollada, lo que afecta el transporte, el almacenamiento y la distribución. Las empresas deben evaluar las capacidades logísticas e invertir en las mejoras necesarias.
Si bien la deslocalización tiene como objetivo aprovechar reservas de mano de obra calificada, algunas regiones pueden enfrentar escasez de experiencia específica. Las empresas deben evaluar la disponibilidad de fuerza laboral e invertir en el desarrollo de habilidades.
La deslocalización a regiones políticamente inestables plantea riesgos relacionados con cambios repentinos de políticas, malestar social o tensiones geopolíticas. Las empresas deben evaluar la estabilidad y diversificar el riesgo.
Si bien la deslocalización cercana reduce los costos en comparación con la deslocalización, las fluctuaciones en los tipos de cambio, la inflación y los costos laborales pueden afectar la rentabilidad.
El construir y mantener relaciones sólidas con proveedores cercanos es fundamental. Las empresas necesitan gestionar las expectativas, monitorear el desempeño y abordar cualquier problema con prontitud.
La protección de la propiedad intelectual, los datos confidenciales y la ciberseguridad se vuelve crucial cuando se opera en una nueva ubicación. El cumplimiento de las leyes de privacidad de datos es esencial.
Finalmente, la deslocalización requiere una planificación cuidadosa, adaptabilidad y un enfoque proactivo para superar estos desafíos y cosechar los beneficios de una cadena de suministro resiliente.
*Dr. Alejandro Díaz Bautista, Economista Internacional y Profesor Investigador en Economía Internacional en El Colef. Visiting Fellow and Guest Scholar at the Center for U.S.-Mexican Studies based at UC San Diego’s School of Global Policy and Strategy (GPS).*