Parte II – Cualquier tipo de violencia es ilegal.
Por: Terry Ahtziry Cárdenas Banda, abogada y catedrática.
Estados Unidos de América fue uno de los primeros países en el que surgieron movimientos de mujeres luchando por sus derechos. En el año 1848 se dio el primer encuentro de activistas mujeres en la ciudad de Seneca Falls, New York, donde se elaboró y redactó la “Declaración de Sentimientos, quejas y resoluciones”, la cual hizo eco en el preámbulo de la Declaración de Independencia: “Todos los hombres y mujeres son creados iguales”.
Sin embargo, a pesar de los grandes movimientos que han surgido en los Estados Unidos para proteger y defender los derechos de la mujer, en este siglo 21 la mujer sigue enfrentando graves problemáticas en el país, principalmente la violencia de género vinculada con las desigualdades económicas y sociales.
Los Estados Unidos de América, a pesar de ser uno de los países capitalistas de primer mundo, las cifras de violencia contra la mujer son comparables a las de países del tercer mundo. Según las estadísticas de la Coalición Nacional contra la violencia doméstica (NCADV) cada 9 segundos una mujer es golpeada y 38.028.000 de mujeres han experimentado violencia física alguna vez en sus vidas. De acuerdo con el reporte del Centro de Política de Violencia (VPC) más de 1.600 mujeres fueron asesinadas en el año 2015 por hombres con los que tenían algún tipo de relación, y mayormente con arma de fuego. Aunado, de acorde a la Asociación Americana de Psicología 4.774.000 mujeres en Estados Unidos sufren violencia física por parte de su pareja cada año.
En 1994, el Congreso de los Estados Unidos de América respondió a las luchas y movimientos femeninos mediante la aprobación histórica Ley de Violencia Contra la Mujer, la cual fue suspendida en 2011 y reautorizada en 2013. Esta ley dispone de $1600 millones para la investigación y el enjuiciamiento de los delitos violentos contra las mujeres, aunado impone la restitución automática y obligatoria de los condenados y permite una reparación civil en casos fiscales, así como establece la Oficina de Violencia contra la Mujer en el Departamento de Justicia. Además, la ley aprobada en 2013 brinda nuevas protecciones para las mujeres indígenas y las inmigrantes.
En los ordenamientos jurídicos estadounidenses, existen diversas normas que protegen a la mujer contra la violencia. Dentro de las leyes más significativas relacionadas con la violencia contra la mujer son la antes mencionada Ley sobre la Violencia contra la Mujer y la Ley de Servicios y Prevención de la Violencia Familiar (FVPSA). Las leyes sobre violencia contra la mujer brindan mayor apoyo a las mujeres y familias afectadas por la violencia. Asimismo, cada localidad tiene leyes sobre la violencia de acuerdo con las necesidades propias.
Al igual que en México la principal fuente jurídica dónde se protege a la mujer es la Constitución Política de los Estados Unidos Americanos en su enmienda 14 sección 1. que dice: “Toda persona nacida o naturalizada en los Estados Unidos, y sujeta a su jurisdicción, es ciudadana de los Estados Unidos y del Estado en que resida. Ningún Estado podrá crear o implementar leyes que limiten los privilegios o inmunidades de los ciudadanos de los Estados Unidos; tampoco podrá ningún Estado privar a una persona de su vida, libertad o propiedad, sin un debido proceso legal; ni negar a persona alguna dentro de su jurisdicción la protección legal igualitaria”.
No obstante, los ordenamientos y medios que brinda el país para proteger a la mujer contra la violencia, la realidad es que muchas mujeres siguen siendo víctimas de la violencia de género, ya sea por abusos físicos, emocionales o económicos. En el aspecto laboral la desventaja sigue siendo latente. Las desigualdades que vive la mujer se ven reflejadas en la indefensión de la mujer, ante situaciones que la hacen víctima de violencias físicas y sexuales, pero también existe una desigualdad latente en los ámbitos económicos y laborales.
Por tanto, como lo mencione en la edición pasada, lo vuelvo a recalcar: la lucha contra la violencia de la mujer es trabajo de todos mujeres, hombres, ciudadanos y gobiernos. Es una problemática estructural que debemos trabajar todos juntos para erradicar y prevenir, comenzando por estar informados de la realidad actual, los medios de protección y de defensa. Y siendo estado fronterizo también nos toca conocer la realidad, protección y legalidad del asunto tanto en México como en los Estados Unidos de América.