Con las elecciones presidenciales de EE.UU. a solo tres semanas y la votación anticipada comenzando o a punto de comenzar en la mayoría de los estados, se recuerda a los votantes la importancia de contar con información precisa y completa para garantizar que sus votos sean contabilizados. A medida que las comunidades se preparan para ir a las urnas, hay preocupaciones crecientes sobre la seguridad y protección de los sitios de votación, las boletas y los funcionarios electorales. Mientras algunos expertos advierten sobre amenazas emergentes, otros trabajan incansablemente para garantizar el acceso de los votantes y la integridad electoral en todo el país.
Ethnic Media Services celebró recientemente una reunión informativa que reunió a destacados expertos electorales nacionales y locales para discutir los principales desafíos y soluciones para las próximas elecciones. La reunión abordó temas como la importancia del registro de votantes, el impacto de las nuevas leyes de votación estatales y las amenazas significativas al proceso electoral. Los expertos compartieron sus perspectivas sobre cómo los cambios legislativos podrían facilitar u obstruir la participación y ofrecieron una perspectiva preocupante sobre la violencia política y su impacto en la seguridad electoral.
Celina Stewart, CEO de la Liga de Mujeres Votantes de los Estados Unidos, destacó la importancia de votar no solo como un derecho, sino como un deber cívico crítico que da forma a la sociedad. Stewart enfatizó que los líderes electos toman decisiones cruciales que afectan la vida diaria, incluidas las políticas de salud, empleo y cambio climático.
“Votar empodera una mejor representación”, comentó Stewart durante una entrevista reciente. “También es un importante deber cívico, por supuesto, en los Estados Unidos y en todo el mundo”. Ella señaló que, si bien las elecciones nacionales reciben una atención significativa, las elecciones locales suelen ser las que afectan directamente la vida cotidiana. Stewart observó que las decisiones a nivel local, desde juntas escolares hasta concejos municipales, a menudo tienen un impacto más inmediato en los miembros de la comunidad.
También conectó los recientes desastres naturales en EE.UU., como los huracanes en los estados del sur, con la urgente necesidad de líderes electos que puedan abordar efectivamente las crisis. “Vimos hace un par de semanas el impacto de los huracanes en el Sur, que no solo afecta a las comunidades directamente, sino que también tiene implicaciones para nuestro trabajo y cómo se llevan a cabo las elecciones”, dijo. Stewart subrayó que votar va más allá de los intereses individuales, enfatizando su significado más amplio en la representación de la voz colectiva de comunidades enteras.
En los últimos años, los cambios en las leyes de votación han moldeado significativamente el panorama electoral en los Estados Unidos. Andrew Garber, abogado del Programa de Derechos de Voto y Elecciones del Brennan Center for Justice, compartió perspectivas sobre la proliferación de legislación relacionada con la votación en todo el país. Notó un aumento dramático en el número de proyectos de ley introducidos y aprobados, lo que ha llevado a una ola de leyes de votación tanto restrictivas como facilitadoras.
Garber explicó: “En los últimos cuatro años, hemos visto una tasa sin precedentes de proyectos de ley relacionados con la votación que se han introducido y aprobado en todo el país. Al menos 30 estados han aprobado 78 leyes de votación restrictivas, que de alguna manera dificultan votar”. La tendencia, observó, representa un cambio significativo en comparación con ciclos electorales anteriores. De 2016 a 2020, se aprobaron 27 leyes de votación restrictivas, mientras que el período anterior de 2013 a 2016 solo vio la aprobación de 17 leyes de este tipo. Esta aceleración ha elevado las preocupaciones sobre la posible despojo de derechos de los votantes.
Sin embargo, no todos los cambios legislativos han sido restrictivos. Algunos estados han introducido medidas destinadas a expandir el acceso a la boleta, como la extensión de los períodos de votación anticipada, la provisión de opciones de votación por correo y la implementación de registro el mismo día. Garber enfatizó la necesidad de comprender el impacto de estos cambios en las comunidades individuales, señalando que “es crucial reconocer cómo las leyes de votación afectan a diferentes poblaciones porque, en última instancia, el objetivo debe ser garantizar que cada votante elegible pueda participar sin barreras indebidas”.
Robert A. Pape, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Chicago, abordó un tema menos discutido pero igualmente urgente: las crecientes amenazas de violencia política conectadas al proceso electoral. Basándose en más de tres décadas de investigación sobre violencia política, Pape pintó un panorama preocupante del contexto actual, notando un aumento histórico en los actos de violencia dirigidos a trabajadores electorales y funcionarios públicos.
“Estoy encantado de ser parte de este importante panel, pero también lamento decir que, si bien votar a menudo se ve como un tema feliz, el problema de la violencia política no lo es”, declaró Pape. Describió el creciente peligro para la democracia que representa la retórica y acciones violentas, particularmente en lo que respecta a intimidar a los funcionarios electorales y socavar la confianza pública en el proceso electoral.
Pape citó varios incidentes recientes en los que los trabajadores electorales enfrentaron amenazas o acoso, subrayando que el entorno actual no solo es más peligroso que en ciclos electorales anteriores, sino que también representa una amenaza a largo plazo para las instituciones democráticas. “Necesitamos abordar esta alarmante tendencia con urgencia”, instó, pidiendo un esfuerzo concertado para salvaguardar la integridad del proceso electoral protegiendo a quienes lo administran.
A medida que comienza la votación anticipada en varios estados, los expertos electorales y defensores continúan pidiendo vigilancia y transparencia para garantizar elecciones libres y justas. Las organizaciones comunitarias se están movilizando para educar a los votantes sobre sus derechos, navegar nuevos requisitos de votación y monitorear cualquier irregularidad en los lugares de votación. Los esfuerzos para aumentar el registro de votantes y la participación son más importantes que nunca, ya que el país se encuentra en una encrucijada para dar forma a su futuro.
Las apuestas son altas, no solo por las políticas y líderes que surgirán de esta elección, sino también por la necesidad de reafirmar el compromiso de la nación con los principios democráticos. Las conversaciones entre expertos y defensores subrayan el mensaje esencial: cada voto cuenta, y es responsabilidad tanto de los votantes como de los funcionarios asegurarse de que cada voz elegible sea escuchada y de que la integridad del proceso electoral permanezca intacta.
Como dijo acertadamente Stewart, “Las elecciones son una oportunidad para que nos levantemos por lo que más importa. No se trata solo de votos individuales; se trata de cómo queremos que se vean nuestras comunidades y nuestra nación”. A medida que los estadounidenses se preparan para emitir sus votos, el mensaje es claro: el momento de involucrarse en el proceso democrático es ahora.