Por: Dr. Elton Luis Gómez Ríos, experto en células madre
La necesidad de tomar nuevos caminos terapéuticos es el quehacer diario de la medicina, ante los nuevos retos que plantean a diario las múltiples patologías para las cuales no hay tratamiento establecido o las herramientas de tratamiento son escasas, nos hace encarar una nueva realidad, se requiere formación de las nuevas generaciones de médicos, reformulación de los viejos paradigmas por parte de los médicos que han estado en ejercicio de sus funciones por muchos años, y que habitualmente se resisten al conocimiento nuevo, o que sin conocerlo simplemente lo descalifican sin más, y del público en general, que cada día debe de estar mejor informado, para no caer en trampas de fraudes revestidos de ciencia, en la búsqueda interminable de la mejor calidad de vida y de la salud perfecta.
La medicina regenerativa se está abriendo camino entre todas las especialidades como una opción excelente en el tratamiento de diversas enfermedades como lo es la artrosis de rodillas, por ejemplo, apoyándonos en la terapia con células madre y exosomas derivados de ellas, para regenerar los cartílagos, ligamentos y otras estructuras de las articulaciones.
El procedimiento consiste en hacer que las células madre produzcan unas microvesículas, llamadas exosomas, para después inyectar bajo anestesia los exosomas en la articulación afectada, adicionalmente se aplican en los ligamentos y tendones para efectuar un refuerzo y un fortalecimiento de los mismos, los exosomas se adhieren fuertemente a las superficies haciendo que las células de estas respondan a las señales y comiencen a regenerarse y a dividirse, además regulan la función de las células normalmente encontradas en estos tejidos, como los condroblastos y osteoblastos.
Así el tejido que antes se encontraba desgastado, dañado e inflamado, mejora su función, los síntomas mejoran, y poco a poco el paciente retoma sus actividades que antes había abandonado.
Esta tecnología que parece sacada de una historia de ciencia ficción, hoy es una realidad, las articulaciones dañadas pueden mejorarse sin cirugía, y la calidad de vida del paciente mejora gracias a estos tratamientos.