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¿Estamos criando niños peligrosos?

Por: Verónica Henderson, Abogada

Entre 1982 y noviembre de 2018, de los 105 tiroteos en masa en los Estados Unidos, 102 fueron cometidos por hombres, tres por mujeres. Aunque los tiradores en masa provienen de diferentes edades, categorías de ingresos y regiones de los Estados Unidos, un factor permanece constante: su género. ¿Por qué algunos hombres son propensos a comportamientos tan violentos, mientras que las mujeres casi nunca cometen actos tan atroces? Se han ofrecido algunas realidades de la vida estadounidense para explicar.

En primer lugar, aunque la enfermedad mental puede afectar a una persona de cualquier género, las manifestaciones en niños y hombres pueden incluir una conducta violenta. La depresión, la paranoia, el resentimiento y el narcisismo son condiciones que parecen encontrarse comúnmente entre los tiradores de masas. Estos no son necesariamente diagnosticables o tratables.

Tener un historial de violencia doméstica también parece ser común. La investigación ha encontrado que los factores que podrían llevar a alguien a cometer violencia dentro de la familia son similares a los que podrían llevar a alguien a cometer asesinatos en masa, y los autores de la violencia doméstica suelen ser hombres. Como lo explicó un psicólogo, tener un historial de violencia podría ayudar a neutralizar las barreras naturales para cometer más, peores actos de violencia.


Un sentido de agravio personal, o haber sido “perjudicado”, y un deseo de notoriedad también se han sugerido como razones para que los hombres cometan actos tan horribles. El razonamiento es que los hombres tienen más probabilidades de sentirse con derecho y, por lo tanto, tienen más probabilidades de experimentar la sensación de haber sido agraviados que las mujeres. Asimismo, los hombres pueden buscar notoriedad debido a las diferencias en los roles de género. Por ejemplo, las mujeres buscan tener una familia exitosa como una medida de éxito, mientras que los hombres aún se centran en el reconocimiento en sus lugares de trabajo. Es más probable que los varones busquen algo más grande que sus propias vidas, que se les vea como un héroe que defiende una causa. Las hembras se están enfocando más en sus familias y sus logros personales como indicaciones de éxito.

Entonces, ¿qué dice todo esto acerca de cómo estamos criando niños en la sociedad estadounidense? ¿Debemos cambiar cómo los educamos para que sean hombres adultos? ¿Estamos ignorando las señales de advertencia e incluso alentando este comportamiento, incluso sin querer hacerlo?

Con la enfermedad mental, a las mujeres se les diagnostica depresión más que a los hombres, pero muchos asesinos en masa han mostrado signos de depresión que fueron ignorados. Cuando las mujeres están aisladas, enojadas o letárgicas, parece más fuera de lo común y las personas lo notan. Los hombres que muestran estos síntomas se ignoran o el comportamiento se minimiza. Ofrecer más ayuda a los hombres jóvenes para las enfermedades mentales y prestar atención a las señales de advertencia de tendencias violentas puede ser la respuesta.

Cambiar las normas de género también puede ser útil. Las mujeres y las jóvenes a menudo son consideradas frágiles y necesitadas, por lo que intervenimos o acudimos en su ayuda más rápidamente. Como cultura, somos menos tolerantes con las mujeres fuera de la norma del comportamiento aceptable. Por otro lado, se espera que los hombres sean fuertes y simplemente “lo superen”.

A medida que criamos a nuestros hijos y queremos que sean adultos sanos y felices, debemos prestar atención a cualquier señal de angustia. Solo entonces detendremos esta ola de violencia extrema que se ha convertido en una epidemia en este país.

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