Por: Víctor Hermosillo, Senador en México.
En 15 días Donald Trump ha logrado regresar la relación entre Estados Unidos y México a niveles de la década de los años 20, cuando por un diferendo en el pago de impuestos de las empresas petroleras de Estados Unidos se estuvo al borde de una guerra que sólo pudo ser evitada por la intervención del Embajador de Washington en la Ciudad de México, Dwight Morrow.
El Sr. Trump no sabe hasta qué punto Estados Unidos y México son interdependientes y por eso en sus primeros días como presidente le ha hecho bullying a nuestro país; desde su primer discurso el día de la inauguración, hizo referencia a que se debía vigilar las fronteras y a pensar en Estados Unidos primero, cuando en los últimos 20 años la seguridad y la economía se ha planteado a nivel regional, a nivel Norteamérica.
Al inicio de su campaña nos dijo que éramos violadores, narcotraficantes y asesinos y ahora en sus primeros días de gobierno nos despierta cada mañana con un tweet que provoca y ofende a los mexicanos; diciendo que nosotros pagaremos el muro, cancelando la reunión con Peña Nieto, alegando que hemos tomado ventaja y que nos elevará los impuestos en la frontera.
Parecería que lo que pretende es romper las relaciones con nosotros, siendo que somos uno de los principales aliados de Estados Unidos en el mundo por la permanente e inevitable razón de que somos vecinos y eso es imposible de modificar.
Donald Trump es un empresario bullying y lo debemos tratar como tal, ya que en este momento está ablandando a su presa, en este caso México, para después devorarla con el simple y burdo objetivo de ganar, ganar, ganar sin una idea clara de lo que quiere. Prueba de ello es que en la reciente reunión de Luis Videgaray, Secretario de Relaciones Exteriores e Ildefonso Guajardo, Secretario de Economía con el equipo de Trump, los norteamericanos no definieron qué es lo que querían modificar del NAFTA, ya que el presidente aún no sabe qué es lo que quiere.
La realidad es que los mexicanos no estábamos preparados para una afrenta de este nivel y ninguna de nuestras sociedades había vivido un momento de tensión como este entre ambas naciones, prueba de ello fue la invitación del gobierno mexicano a visitar nuestro país cuando era candidato, pensando que se tendría una ventaja si llegara a ser presidente; sin embargo, la triste realidad es que no sirvió más que para hundir profundamente a Peña Nieto e impulsar la campaña del neoyorkino.
A pesar de eso, hoy todos los mexicanos debemos de estar unidos para tomar acciones que nos empoderen frente a Trump, para darle un poco de lo que él entiende y para eso los necesitamos a ustedes mexicanos, hispanos, católicos, judíos, demócratas, republicanos, asiáticos, musulmanes, empresarios, políticos, medios de comunicación y todos aquellos que no están de acuerdo con que se atente contra la ilusión del sueño americano. Necesitamos que le hagan saber a Trump y a los que aún no lo aceptan, que Estados Unidos y México deben trabajar juntos y seguir siendo aliados.
México es la décimo quinta economía más grande del mundo y la número once, en términos de paridad de poder adquisitivo.
Háganles saber que el trabajo de los 35 millones de personas de origen mexicano en Estados Unidos representa el 8 por ciento del PIB y tan sólo en California, los migrantes generan el 12 por ciento del PIB del estado. El trabajo de los mexicanos en Estados Unidos produce bienes y servicios por un valor de al menos de 600 mil millones de dólares.
Cada día transitan por la frontera un millón de personas y 370 mil vehículos por los 56 cruces fronterizos entre ambos países y el intercambio comercial entre las naciones alcanza 530 mil millones de dólares anuales.
Además, el 95% de las mercancías que adquiere México provienen de Estados Unidos, por lo que salirse del NAFTA afectaría la economía norteamericana y nosotros tendríamos que buscar proveedores más accesibles. Estados como los de California, Texas, Illinois y Arizona se verían afectados, porque en conjunto exportan a México 150 mil millones de dólares, esto significa el 63% de lo que llega a nuestro país. Texas estaría perdiendo a su principal cliente, ya que nos vende 37.27% de todas sus exportaciones.
Así que amigas y amigos que viven en Estados Unidos, es hora de presionar a su legislador y a cualquier persona que pueda interceder para que no se haga realidad el escenario desolador de Donald Trump que desea dividir a nuestras naciones, eso no nos conviene.
Como Senador por el estado de Baja California e integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores de América del Norte del Senado mexicano, estaré visitando periódicamente Estados Unidos para dialogar con políticos, empresarios y actores sociales para fortalecer los lazos y hacer cambiar de opinión a quienes intentan separarnos.