Por: Terry Ahtziry Cárdenas Banda, abogada y catedrática.
“Yo no deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas”. Mary Wollstonecraft, filósofa y escritora inglesa del siglo XVIII.
En este siglo XXI, los derechos se han vuelto un privilegio no un derecho como tal. Para poder exigir que se reconozca un derecho debemos haber sufrido un agravio, no solo ser vulnerable ante cierta injusticia social, sino literal haber sufrido un daño por una acción que viola nuestros derechos y la ley reconozca que se nos ha violado tal derecho. Es triste a veces reconocer que las leyes son estrictas al momento de reconocer un derecho, que quiero decir con esto, que en ciertas ocasiones, aunque la ley disponga un derecho su cumplimiento es difícilmente llevado a la práctica ya sea por trabas procesales o mala ejecución.
No hace mucho tiempo que se comenzó más activamente la lucha por los derechos de la mujer, la cual remonta al siglo XIX. Marzo es el mes que se aplaude aquellas luchas que comenzaron por reconocer los derechos de las mujeres tales como el derecho al voto, a la igualdad, al trabajo, entre otros. El 8 de marzo de cada año se celebra el día internacional de la mujer. Por ello entrando a este mes de marzo siempre resulta apropiado tocar el tema y aplaudirles a todas aquellas mujeres que día a día luchan por ser reconocidas por sus logros, por ser mujeres y por el simple hecho de ser seres humanos con derecho a una vida digna y justa. No debe existir diferencia entre mujer y hombre ante la ley, no debe existir superioridad de uno sobre el otro, y lo más importante se debe trabajar en equipo. Todos formamos parte de la misma sociedad, por ello debemos luchar por el bien de esta, trabajando en equipo, reconociendo las injusticias y haciendo algo al respecto.
En Estados Unidos de América el reconocimiento de los derechos de la mujer en la Constitución ha enfrentado grandes desafíos, se ha intentado enmendar la Constitución para que explícitamente se reconozcan los derechos de la mujer sin embargo esto no se ha logrado a la fecha. En 1972, el Congreso estadounidense aprobó la legislación conocida como la Enmienda de Igualdad de Derechos, en la cual se reconocía la igualdad de derechos de las mujeres y los hombres ante la ley. Sin embargo, a pesar de grandes esfuerzos, campañas y movimientos para que los Estados ratificaran la Enmienda, no se logro tener el mínimo que se necesitaba para ratificarla (38 estados), tres estados faltaron de completar el mínimo.
La Cláusula de Protección Igualitaria de la Enmienda 14 prohíbe a los estados negar a cualquier persona la misma protección ante la ley, se puede entender que en ella se reconocen los derechos de las mujeres, sin embargo, los derechos de las mujeres no están explícitamente garantizados.
Por su parte, México si reconoce explícitamente los derechos de las mujeres en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, principalmente en el artículo 4to. que dice “el varón y la mujer son iguales ante la ley”. Asimismo, existen varias leyes tanto federales como estatales que buscan proteger a las mujeres exclusivamente. Sin embargo, el problema que se vive en México es cuando lo llevamos a la práctica sigue habiendo desigualdad enmascarada, dónde si se reconocen los derechos, pero no se practican o protegen propiamente.
Sigue existiendo en México una diferencia salarial entre mujeres y hombres del 30% (datos de la ONU, 2018). Las diferencias de igualdad entre mujeres y hombres se dan mayormente en el ámbito laboral y político. Según datos de la ONU, 7 mujeres son asesinadas cada día en México; en los últimos 25 años ocurrieron más de 35 mil defunciones de mujeres mexicanas con presunción de homicidio; 2 de cada 3 mujeres mexicanas han experimentado algún tipo de violencia; 41% de las mujeres mexicanas han sido víctima de violencia sexual en alguna etapa de su vida; y 15% de las mujeres de 15 años y más que han pedido trabajo les fue requerido un certificado de no embarazo o las despidieron por embarazarse.
Los trabajos por el reconocimiento de los derechos de la mujer han sido arduos y constantes, pero nos hemos quedado cortos, la injusticia y violencia sigue siendo latente en este tema, los esfuerzos no se deben ver truncados y se debe continuar día a día por una sociedad libre de desigualdad e injusticia. Pero también es importante reconocer los grandes avances que se han tenido, hoy en día un mayor número de mujeres no se quedan calladas y alzan la voz al momento de vivir una injusticia. Asimismo, un gran número de mujeres y hombres trabajan día a día por que las cosas mejoren y que llegue el día que ningún tipo de injustica exista en nuestra sociedad. Debemos celebrar que hoy en día un mayor número de las mujeres han sido bienvenidas a la política, a los jurados, a las instituciones educativas y se les ha abierto las puertas a asumir carreras dominadas por los hombres como matemáticas, ciencia y tecnología.
Celebremos el día internacional de la mujer reconociendo a cada una de ellas, a la madre trabajadora, la mujer profesionista, la ama de casa, la luchadora de derechos, la trabajadora, la madre soltera, la madre casada, la mujer soltera, la mujer casada, cada una de ellas, niña, adolescente, mujer, a todas ella, es su día y merecen ser reconocidas y felicitadas. ¡Feliz Día Internacional de la Mujer!