Por: Dr. Elton Gomez, Especialista en Medicina Regenerativa
“Lo que es mentira hoy, puede ser verdad mañana, y viceversa”.
Esta frase, en el caso de la pandemia del COVID19, nos indica que estamos parados en medio de una situación en la que no sabemos exactamente qué hacer, como cuando surgió la pandemia del SIDA. Solo que hoy, las noticias, los rumores y las situaciones fuera de contexto, llenan las redes y se propagan, tenemos mucha información disponible, mucha es muy buena, pero otra es muy mala.
Esta es una enfermedad nueva, con un virus completamente nuevo, aunque es un virus de la familia CORONAVIRIDAE, una familia grande de virus que es responsable de las ultimas pandemias registradas, por lo cual los trabajadores de la salud, y los mismos investigadores, deben estar muy atentos ante los rumores y las “fake news”, que podrían contaminar su perspectiva y su juicio.
Hay que utilizar las evidencias, aunque la mayoría de las evidencias son débiles, ya que no se han hecho estudios doble ciego o randomizados, pero hay guías, tanto las europeas como las norteamericanas, que nos pueden ser útiles al establecer un tratamiento adecuado.
De momento no existe ningún tratamiento milagroso, o formalmente aceptado, la mayoría de los tratamientos son “off label” lo que significa que son tratamientos que han sido usados en otras patologías y que tratan de ser adaptados observando su fisiología, y su bioquímica.
Por el momento, el manejo del paciente se realiza según su severidad, es decir, el grado de afectación que tiene o el que pueda llegar a tener.
Manejo del paciente en casa: este tipo de se utiliza cuando el paciente no presenta dificultad respiratoria, lo ideal es que sea además combinado con la telemedicina, para darle al paciente medidas generales y orientación y explicación sobre su padecimiento, dando un adecuado manejo a las comorbilidades, como diabetes, hipertensión, asma, o cualquier otra enfermedad de base que el paciente pudiera tener.
En el paciente internado, debemos saber cómo el protocolo del hospital nos va a guiar para mantenerlo en el piso, o mandarlo a la UCI, para que reciba atención adecuada, para tenderle la hipoxemia, la insuficiencia cardiaca, la insuficiencia renal transitoria y en ocasiones el delirio o los problemas mentales que pudiera tener debido a la hipoxemia, y la descompensación de las comorbilidades que tendría desde antes, y el tratamiento específico del COVID19, ya sea usando la terapia offlabel, o las terapias experimentales:
Dentro de las terapias, tenemos los inhibidores de la síntesis viral como el Remdesivir, que inhibe la enzima ARN polimerasa e impide que se produzcan nuevos virus, el lopinavir-ritonavir, que se utiliza en el HIV, y es un inhibidor de la proteasa viral, aunque con resultados muy pobres al momento, medicamentos que inhiban la entrada del virus a las células, como la hidroxicloroquina y azitromizina, inmunomoduladores como los glucocorticoides, como la prednisona y dexametasona, o el tazilizumab, para bloquear los receptores de interleucina 6, aunque de momento del mejor inmunomodulador y lo más prometedor es el plasma de pacientes que se hayan recuperado de la enfermedad, aunque la evidencia es muy débil, solo 5 pacientes de un estudio, que incluso han estado graves, han tenido buenos resultados.
Continúa en parte 2.