Por: Terry Ahtziry Cárdenas Banda, abogada y catedrática.
Cada año alrededor de 526,000 personas mueren por culpa de la violencia armada, sin contar todas aquellas personas que quedan heridas de gravedad por el uso de armas o explosivos, según lo establece “The Small Arms Survey”. Según la organización alrededor del mundo se distribuyen 875 millones de armas de fuego, de las cuales 650 millones se encuentran en manos civiles. Número que ha incrementado en desmedida estos últimos años.
En México, de acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), se reportaron 5,586 homicidios en el año 2016 con algún tipo de arma de fuego y esto sin contar todos aquellos homicidios no reportados o casos de heridas de gravedad causadas por armas de fuego. Del otro lado de la frontera, en los Estados Unidos, se han reportado en este año 2017 alrededor de 17,544 incidentes de violencia causados por algún tipo de arma de fuego de los cuales 4,369 han terminado en muertes causadas por armas de fuego, estadísticas según la organización “Gun Violence Archive” (GVA).
En Estados Unidos, el derecho de armas es garantizado por la constitución de los Estados Unidos de América en su 2da Enmienda la cual establece: “Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado libre, no se violará el derecho del pueblo a poseer y portar armas”. En México, el derecho a poseer armas es también un derecho constitucional, establecido en el artículo 10 de la constitución mexicana, el cual dice: “Los habitantes de los Estados Unidos Mexicanos tienen derecho a poseer armas en su domicilio, para su seguridad y legítima defensa, con excepción de las prohibidas por la Ley Federal y de las reservadas para el uso exclusivo del Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Guardia Nacional. La ley federal determinará los casos, condiciones, requisitos y lugares en que se podrá́ autorizar a los habitantes la portación de armas”.
Si bien se puede observar que el derecho de portación y posesión de armas otorgado en la constitución estadounidense es más amplio sin limitación alguna, es por ello que el uso, control, compra y venta de armas de fuego en Estados Unidos es diferente que en México. Asimismo, en los Estados Unidos cada Estado tiene su particular control sobre la venta y compra de armas de fuego, sin embargo, a diferencia de México en Estados Unidos se cuentan con un sin número de comercios dedicados a la venta de armas, dado que la compra de armas se realiza en comercios privados y por ello se da con mayor facilidad para todo ciudadano tener acceso a un arma de fuego, en la mayoría de los Estados no existe un control sobre la venta y compra de armas de fuego. En Estados Unidos el departamento que se dedica a ejecutar las leyes de armas es el Buro de Alcohol, Tabaco, Armas y Explosivos (ATF), se encarga de regular al respecto de la posesión, compra y venta de armas de fuego.
A diferencia de Estados Unidos en México el derecho que garantiza la constitución para posesión de armas es más específico, si bien el artículo 10 constitucional garantiza a los ciudadanos la posesión de armas para su seguridad y legítima defensa. Además, se deben de cumplir con ciertos requisitos para poder poseer un arma legalmente en México, así como la venta de armas de forma legal en México es más limitada que en Estados Unidos. En México, la institución encargada de regular todo lo respecto a posesión y venta de armas de fuego es la Secretaría de Defensa Nacional (SEDENA), a su vez, quien se encarga de autorizar la debida portación y posesión de armas de fuego, tanto para civiles como para organismos públicos, es la Dirección General del Registro Federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos.
En México, aquellos ciudadanos que deseen adquirir un arma de fuego pueden acudir a la Armería, único lugar en el cual pueden adquirir legalmente un arma de fuego en México. Para la adquisición de un arma de fuego deben cumplir con varios requisitos, deben solicitar la autorización para la compra y presentar los siguientes documentos: formatos de compra (llenados y firmados), carta de trabajo, carta de NO antecedentes penales, cartilla con liberación del servicio militar, identificación oficial, credencial del club de caza y/o tiro (en caso de solicitar armas largas), acta de nacimiento, C.U.R.P. y comprobante de domicilio. Además, se debe obtener la autorización expresa de la Dirección General del Registro Federal de Armas de Fuego y Control de Explosivos para poder poseer o portar un arma de fuego en el país.
Existen un sin número de factores que han creado la necesidad de los ciudadanos por buscar medios de defensa ante la inseguridad que existe, así como el miedo de ser víctima de ella. Por ello la tarea es fuerte en este ámbito ya que para poder buscar la reducción del tráfico de armas se deben atacar demasiados factores. El primer factor es la inseguridad, debemos buscar mecanismos para tener una sociedad con mayor seguridad de esta manera no nos veríamos forzados a adquirir armas para defensa personal, para buscar nuestra protección y de nuestros seres queridos. Otro factor es considerar el mercado negro del tráfico de armas, gran número de las armas que poseen delincuentes son obtenidas ilegalmente y por ello no solo se debe limitar su venta legal sino detener en su totalidad su venta ilegal. Si no se ataca el tráfico ilegal de armas no será mucho el impacto de crear leyes más restrictivas. Todo esto sin considerar las armas de fuego que son para fines recreativos, las cuales no discutiremos en este momento.
Es por ello que se debe crear conciencia de todo lo que involucra el control de armas, los factores a considerar y los paradigmas a enfrentar. El control de armas es uno de los grandes problemas que enfrenta todo gobierno y es por ello que debe estar en la agenda de toda administración pública, es difícil tocar y abatir este tema, pero tampoco se puede dejar hasta el final. Debemos empezar con algo, se deben de empezar a valorar las vidas humanas, las vidas de todos aquellos que perdemos por el mal uso de las armas de fuego y no el aspecto lucrativo o de beneficio personal del uso de armas de fuego y explosivos.
En memoria de William Eduardo Cárdenas y todas aquellas víctimas inocentes por la violencia armada.