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-Editorial
Una quinta parte de las empresas más grandes del mundo se han comprometido a alcanzar cero-emisiones-netas de carbono, según un análisis de la Unidad de Inteligencia Climática y Energética, y una gran parte de esas emisiones provienen del lugar de trabajo.
En los últimos años, los planes de reducción de emisiones de las principales empresas que cotizan en bolsa han recibido una atención cada vez mayor. Gran parte de esto se centra en los objetivos de las empresas para las cero-emisiones netas, que ahora es el marco dominante que muchas entidades, corporativas y del sector público, utilizan para los compromisos y planes de descarbonización.
En comparación, los planes de las principales empresas privadas reciben muy poca atención. Pero las empresas privadas, que solo rinden cuentas ante sus propietarios y con menos control y supervisión regulatorias, constituyen una gran parte de la economía mundial: los ingresos anuales agregados de las 100 empresas privadas más grandes del mundo ascienden a más de $4 billones, casi el 5% de la economía mundial.
Los datos sobre las 100 empresas más grandes del mundo que cotizan en bolsa se extrajeron de la base de datos Net Zero Tracker.
En casi todas las métricas de cantidad y calidad netas cero, se determinó que las empresas privadas van a la zaga de sus contrapartes públicas.
Menos de la mitad han establecido objetivos netos cero (32 de las 100 principales empresas privadas en comparación con 69 de las 100 principales empresas que cotizan en bolsa). De aquellos que han establecido un objetivo neto cero, solo el 13% (4) han publicado un plan para alcanzarlo, frente al 73% (50) de sus contrapartes que cotizan en bolsa. Es menos probable que las empresas privadas que han establecido un objetivo de cero-emisiones-netas incluyan las emisiones de Alcance 3, que hayan establecido objetivos intermedios y den menos claridad sobre el uso planificado de las compensaciones.
La situación es aún más preocupante cuando se considera en el contexto de otros hallazgos de Net Zero Tracker y otros que muestran que, en general, mientras el establecimiento de objetivos corporativos continúa a gran velocidad, los objetivos de las empresas que cotizan en bolsa muestran un rigor e integridad insuficientes.
En resumen, la falta de integridad de las promesas de cero emisiones de las empresas privadas más grandes es un punto ciego de $4.3 billones que probablemente ganará mucho más interés en los próximos años.
