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Por: Ellie Burgueño
Llega el fin del año y con él, la lista de nuevas resoluciones o metas para el 2019. ¿Tienes la tuya?
A unos días de brindar con los más cercanos por un excelente nuevo año y dar gracias por uno que se va, acompañado de una larga lista de cosas por hacer tan pronto como inicie el 2019, debemos también contemplar el agregar un plan de acción en caso de emergencia.
Con el paso del tiempo, a pesar de tener un plan bien establecido, también se presentan las situaciones improvistas o las emergencias, la incertidumbre puede para muchos ser una emoción muy familiar en esta época y con el nuevo año también pudieran presentarse los cambios, y la adaptación adecuada a ellos pudiera ser nuestro salvavidas.
¿Qué tan bueno eres para adaptarte al cambio?
Según la teoría científica de Charles Darwin, el que no tiene la capacidad de adaptarse al cambio, muere: “Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al cambio. En la lucha por la supervivencia, los más aptos ganan a expensas de sus rivales porque consiguen adaptarse mejor a su entorno.”
Los cambios improvistos pueden presentarse en diversas áreas de la vida, como por ejemplo lo serian la pérdida de un familiar, la pérdida del empleo, el matrimonio, el divorcio, el cambio de residencia a otro país, un problema físico que obligue a la persona a cambiar su estilo de vida, entre otros. En cualquiera de estos la adaptación es imperativa para la supervivencia de la persona y en algunos casos, de la familia.
En el caso de la pérdida de un familiar el dolor puede ser tal que quien lo sufre pueda no tener ánimos para salir adelante, pero es necesario aceptar que la muerte es solo parte de la vida y que la vida sigue. En el caso de la pérdida del empleo, es necesario recobrar ánimos para buscar otro y con entusiasmo conquistar al próximo empleador o incluso, aprender un nuevo oficio si es necesario. El matrimonio trae alegría mientras que el divorcio se compara con la perdida de la vida de un familiar, en cualquiera de los casos adaptarse al cambio y ver la vida con optimismo es de suma importancia. El mudarse a otro país también requiere de adaptación, entusiasmo y ganas de aprender lo que sea necesario, como un nuevo idioma para salir adelante, es importante.
Los cambios son parte de la vida y en este fin de año, agreguemos a nuestra lista de nuevas metas y resoluciones un plan de emergencia en caso de que se requiera.
Les deseo que este año que culmina haya sido muy bueno y que el que está por iniciar sea aún mucho mejor. Tengamos presente que, con ánimo, determinación, perseverancia y fe, cualquier meta que nos fijemos es posible alcanzarla. ¡Feliz Año Nuevo!
